Cómo evitar las infecciones espirituales
Introducción
Joseph Lister, médico del siglo XIX, es conocido como «el padre de la cirugía antiséptica». A Lister le preocupaba la alta proporción de pacientes que morían a causa de infecciones en el post-operatorio.
Llegó a la convicción de que una cantidad infinitésima de microbios invisibles al ojo, eran los que estaban causando las infecciones. Empezó a desarrollar una serie de soluciones antisépticas con las cuales tratar las heridas. Como era de esperar, la proporción de pacientes que morían a causa de las infecciones disminuyó.
De una manera similar, hay fuerzas espirituales malas que obran en nuestro mundo de hoy en día. No se las puede ver, pero causan estragos en la vida de las personas, haciendo que caigan en la tentación, promoviendo a gente que es mala en las instancias de poder nacionales, manipulando las emociones humanas, desgarrándolos y destruyéndolos.
Igual que los contemporáneos de Lister desecharon su teoría de los microbios destructivos, mucha gente de hoy ignora o rechaza las realidades espirituales. Pero tú tienes un poderoso «antiséptico» espiritual contra estas fuerzas destructivas; es vital que aprendas a utilizarlo.
Salmos 136:13-26
13 Al que partió en dos el Mar Rojo;
su gran amor perdura para siempre.
14 Y por en medio hizo cruzar a Israel;
su gran amor perdura para siempre.
15 Pero hundió en el Mar Rojo al faraón y a su ejército;
su gran amor perdura para siempre.
16 Al que guió a su pueblo por el desierto;
su gran amor perdura para siempre.
17 Al que hirió de muerte a grandes reyes;
su gran amor perdura para siempre.
18 Al que a reyes poderosos les quitó la vida;
su gran amor perdura para siempre.
19 A Sijón, el rey amorreo;
su gran amor perdura para siempre.
20 A Og, el rey de Basán;
su gran amor perdura para siempre.
21 Cuyas tierras entregó como herencia;
su gran amor perdura para siempre.
22 Como herencia para su siervo Israel;
su gran amor perdura para siempre.
23 Al que nunca nos olvida, aunque estemos humillados;
su gran amor perdura para siempre.
24 Al que nos libra de nuestros adversarios;
su gran amor perdura para siempre.
25 Al que alimenta a todo ser viviente;
su gran amor perdura para siempre.
26 ¡Den gracias al Dios de los cielos!
¡Su gran amor perdura para siempre!
Comentario
1. Da gracias a Dios constantemente
¿Alguna vez te has sentido «bajo ataque», ya sea por poderosas tentaciones, miedos sobrecogedores, ansiedades importantes o cualquier otra forma de ataque?
En el Antiguo Testamento los «enemigos» eran con frecuencia los ataques físicos, mientras que en el Nuevo Testamento suelen ser los ataques espirituales. Pero el resultado es el mismo: Dios promete rescatarte de todos tus enemigos.
El salmista da gracias por lo que Dios ha hecho. Agradece a Dios en particular por librarnos de nuestros enemigos (v.24):
«Dios se acordó de nosotros cuando estábamos caídos \[…\]. Nos rescató de la bota que nos aplasta \[...\]. Cuida de todos en la hora de la necesidad \[…\] ¡Gracias sean dadas a Dios que hizo todo esto!» (vv.23–26, MSG).
El versículo final resume el salmo: «¡Den gracias al Dios de los cielos!¡Su gran amor perdura para siempre!» (v.26).
Oración
1 Juan 2:12-27
12 Les escribo a ustedes, queridos hijos,
porque sus pecados han sido perdonados por el nombre de Cristo.
13 Les escribo a ustedes, padres,
porque han conocido al que es desde el principio.
Les escribo a ustedes, jóvenes,
porque han vencido al maligno.
Les he escrito a ustedes, queridos hijos,
porque han conocido al Padre.
14 Les he escrito a ustedes, padres,
porque han conocido al que es desde el principio.
Les he escrito a ustedes, jóvenes,
porque son fuertes,
y la palabra de Dios permanece en ustedes,
y han vencido al maligno.
No amemos al mundo
15 No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre. 16 Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre sino del mundo. 17 El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Cuidémonos de los anticristos
18 Queridos hijos, ésta es la hora final, y así como ustedes oyeron que el anticristo vendría, muchos son los anticristos que han surgido ya. Por eso nos damos cuenta de que ésta es la hora final. 19 Aunque salieron de entre nosotros, en realidad no eran de los nuestros; si lo hubieran sido, se habrían quedado con nosotros. Su salida sirvió para comprobar que ninguno de ellos era de los nuestros.
20 Todos ustedes, en cambio, han recibido unción del Santo, de manera que conocen la verdad. 21 No les escribo porque ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad. 22 ¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 23 Todo el que niega al Hijo no tiene al Padre; el que reconoce al Hijo tiene también al Padre.
24 Permanezca en ustedes lo que han oído desde el principio, y así ustedes permanecerán también en el Hijo y en el Padre. 25 Ésta es la promesa que él nos dio: la vida eterna.
26 Estas cosas les escribo acerca de los que procuran engañarlos. 27 En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es auténtica —no es falsa— y les enseña todas las cosas. Permanezcan en él, tal y como él les enseñó.
Comentario
2. Permanece cerca de Jesús
Pippa y yo éramos muy jovenes cuando nos casamos y no teníamos dinero para costearnos nuestra luna de miel. Un amigo tuvo la gentileza de prestarnos una cabaña en Escocia, y otro amigo llamado Micky nos prestó su automóvil.
De vuelta a casa chocamos el automóvil justo en la puerta de la casa de Micky. Cuando llamamos al timbre de la puerta, se hizo evidente para Micky lo alterados que estábamos.
«No se preocupen por mi automóvil, ¡es solo un pedazo de metal!». Micky amaba a Dios y amaba a la gente; no amaba las cosas y las poseía con desprendimiento.
No ames las cosas del mundo (v.15). No uses a la gente y ames las cosas. Ama a la gente y usa las cosas.
Tu batalla es contra el enemigo que está dentro de ti: el pecado (v.12); el enemigo que te rodea: el mundo (vv.16–17); y el enemigo que está sobre ti: el demonio (v.14). Ya has sido rescatado de estos enemigos.
- El enemigo de dentro de ti (pecado)
Jesús te ha rescatado de tus pecados: «Les escribo a ustedes, queridos hijos, porque sus pecados han sido perdonados por el nombre de Cristo» (v.12).
- El enemigo de alrededor de ti (mundo)
Jesús te ha rescatado de la necesidad de estar íntimamente ligado al mundo. Juan escribe: «Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre, sino del mundo. El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre» (vv.16-17).
- El enemigo sobre ti (demonio)
Jesús te ha dado el poder ser libre del demonio, el maligno: «Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque \[…\] la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al maligno» (v.14b). La victoria viene de permanecer cerca de Dios. En palabras de la traducción The Message: «Lo que les permite ganar venciendo al maligno, es su familiaridad con Dios» (v.14, MSG).
Juan prosigue advirtiendo a sus lectores contra los falsos maestros que buscan agitarlos para que se aparten de este firme fundamento (vv.18-23). Los anima a permanecer bien lejos de esas falsas enseñanzas, subrayando algunas de las características de los falsos maestros, las cuales puedes usar para identificarlos:
- «Mentiras» acerca de Jesús
Las mentiras y los engaños son característicos de los falsos maestros: «Ninguna mentira procede de la verdad» (v.21). Juan explica que «el que niega que Jesús es el Cristo» (v.22) es un «mentiroso» y un «anticristo», que se opone tanto al Padre como al Hijo (v.23).
- Abandonan la comunidad
Estos falsos maestros eran personas que «salieron de entre nosotros», lo que era indicativo de que «en realidad no eran de los nuestros» (v.19). Suelen dejar la comunidad porque abandonan la enseñanza apostólica.
- Pierden a la gente mediante engaños
«Estas cosas les escribo acerca de los que procuran engañarlos» (v.26).
No tengas ninguna relación con estos falsos maestros, más bien afiánzate en la verdad del evangelio. Juan escribe: «Permanezca en ustedes lo que han oído desde el principio» (v.25). Si haces esto, no tendrás nada que temer.
Es por esto por lo que es tan importante sumergirte en las Escrituras (v.25) y en la comunidad de la iglesia (v.19), pues te protegen y te fortalecen para que no seas apartado de Cristo. La clave es permanecer junto a Jesús: «Permanezca en ustedes lo que han oído desde el principio, y así ustedes permanecerán también en el Hijo y en el Padre. Esta es la promesa que él nos dio: la vida eterna» (vv.24-25).
Oración
Daniel 7:1-8:14
Las cuatro bestias
7En el primer año del reinado de Belsasar en Babilonia, Daniel tuvo un sueño y visiones mientras yacía en su lecho. Entonces puso por escrito lo más importante de su sueño, 2 y esto es lo que escribió:
«Durante la noche tuve una visión, y en ella veía al gran mar, agitado por los cuatro vientos del cielo. 3 Del mar salían cuatro bestias enormes, cada una diferente de la otra.
4 »La primera de ellas se parecía a un león, pero sus alas eran las de un águila. Mientras yo la observaba, le arrancaron las alas, la levantaron del suelo, y la obligaron a pararse sobre sus patas traseras, como si fuera un hombre. Y se le dio un corazón humano.
5 »La segunda bestia que vi se parecía a un oso. Se levantaba sobre uno de sus costados, y entre sus fauces tenía tres costillas. A esta bestia se le dijo: “¡Levántate y come carne hasta que te hartes!”
6 »Ante mis propios ojos vi aparecer otra bestia, la cual se parecía a un leopardo, aunque en el lomo tenía cuatro alas, como las de un ave. Esta bestia tenía cuatro cabezas, y recibió autoridad para gobernar.
7 »Después de esto, en mis visiones nocturnas vi ante mí una cuarta bestia, la cual era extremadamente horrible y poseía una fuerza descomunal. Con sus grandes colmillos de hierro aplastaba y devoraba a sus víctimas, para luego pisotear los restos. Tenía diez cuernos, y no se parecía en nada a las otras bestias.
8 »Mientras me fijaba en los cuernos, vi surgir entre ellos otro cuerno más pequeño. Por causa de éste fueron arrancados tres de los primeros. El cuerno pequeño parecía tener ojos humanos, y una boca que profería insolencias.
Canto al Anciano
9 »Mientras yo observaba esto,
se colocaron unos tronos,
y tomó asiento un venerable Anciano.
Su ropa era blanca como la nieve,
y su cabello, blanco como la lana.
Su trono con sus ruedas
centelleaban como el fuego.
10 De su presencia brotaba
un torrente de fuego.
Miles y millares le servían,
centenares de miles lo atendían.
Al iniciarse el juicio,
los libros fueron abiertos.
11 »Yo me quedé mirando por causa de las grandes insolencias que profería el cuerno. Seguí mirando hasta que a esta bestia la mataron, la descuartizaron y echaron los pedazos al fuego ardiente. 12 A las otras bestias les quitaron el poder, aunque las dejaron vivir por algún tiempo.
13 »En esa visión nocturna, vi que alguien con aspecto humano venía entre las nubes del cielo. Se acercó al venerable Anciano y fue llevado a su presencia, 14 y se le dio autoridad, poder y majestad. ¡Todos los pueblos, naciones y lenguas lo adoraron! ¡Su dominio es un dominio eterno, que no pasará, y su reino jamás será destruido!
La interpretación del sueño
15 »Yo, Daniel, me quedé aterrorizado, y muy preocupado por las visiones que pasaban por mi mente. 16 Me acerqué entonces a uno de los que estaban allí, y le pregunté el verdadero significado de todo esto. Y ésta fue su interpretación: 17 “Las cuatro grandes bestias son cuatro reinos que se levantarán en la tierra, 18 pero los santos del Altísimo recibirán el reino, y será suyo para siempre, ¡para siempre jamás!”
19 »Quise entonces saber el verdadero significado de la cuarta bestia, la cual desmenuzaba a sus víctimas y las devoraba, pisoteando luego sus restos. Era muy distinta a las otras tres, pues tenía colmillos de hierro y garras de bronce. ¡Tenía un aspecto espantoso! 20 Quise saber también acerca de los diez cuernos que tenía en la cabeza, y del otro cuerno que le había salido y ante el cual habían caído tres de ellos. Este cuerno se veía más impresionante que los otros, pues tenía ojos y hablaba con insolencia.
21 »Mientras observaba yo, este cuerno libró una guerra contra los santos y los venció. 22 Entonces vino el Anciano y emitió juicio en favor de los santos del Altísimo. En ese momento los santos recibieron el reino.
23 »Ésta fue la explicación que me dio el venerable Anciano:
“La cuarta bestia es un cuarto reino
que surgirá en este mundo.
Será diferente a los otros reinos;
devorará a toda la tierra;
¡la aplastará y la pisoteará!
24 Los diez cuernos son diez reyes
que saldrán de este reino.
Otro rey les sucederá,
distinto a los anteriores,
el cual derrocará a tres reyes.
25 Hablará en contra del Altísimo
y oprimirá a sus santos;
tratará de cambiar las festividades
y también las leyes,
y los santos quedarán bajo su poder
durante tres años y medio.
26 Los jueces tomarán asiento,
y al cuerno se le quitará el poder
y se le destruirá para siempre.
27 Entonces se dará a los santos,
que son el pueblo del Altísimo,
la majestad y el poder
y la grandeza de los reinos.
Su reino será un reino eterno,
y lo adorarán y obedecerán
todos los gobernantes de la tierra.”
28 »Aquí termina la visión. Yo, Daniel, me quedé desconcertado por tantas ideas que me pasaban por la mente, a tal grado que palideció mi rostro. Pero preferí mantener todo esto en secreto.»
Visión del carnero y del macho cabrío
8«En el tercer año del reinado de Belsasar, yo, Daniel, tuve otra visión. 2 En ella, me veía en la ciudadela de Susa, en la provincia de Elam, junto al río Ulay. 3 Me fijé, y vi ante mí un carnero con sus dos cuernos. Estaba junto al río, y tenía cuernos largos. Uno de ellos era más largo, y le había salido después.
4 »Me quedé observando cómo el carnero atacaba hacia el norte y hacia el sur. Ningún animal podía hacerle frente, ni había tampoco quien pudiera librarse de su poder. El carnero hacía lo que quería, y cada vez cobraba más fuerza.
5 »Mientras reflexionaba yo al respecto, de pronto surgió del oeste un macho cabrío, con un cuerno enorme entre los ojos, y cruzó toda la tierra sin tocar siquiera el suelo. 6 Se lanzó contra el carnero que yo había visto junto al río, y lo atacó furiosamente. 7 Yo vi cómo lo golpeó y le rompió los dos cuernos. El carnero no pudo hacerle frente, pues el macho cabrío lo derribó y lo pisoteó. Nadie pudo librar al carnero del poder del macho cabrío.
8 »El macho cabrío cobró gran fuerza, pero en el momento de su mayor grandeza se le rompió el cuerno más largo, y en su lugar brotaron cuatro grandes cuernos que se alzaron contra los cuatro vientos del cielo. 9 De uno de ellos salió otro cuerno, pequeño al principio, que extendió su poder hacia el sur y hacia el este, y también hacia nuestra hermosa tierra. 10 Creció hasta alcanzar al ejército de los cielos, derribó algunas estrellas y las pisoteó, 11 y aun llegó a sentirse más importante que el jefe del ejército de los cielos. Por causa de él se eliminó el sacrificio diario y se profanó el santuario. 12 Por la rebeldía de nuestro pueblo, su ejército echó por tierra la verdad y quitó el sacrificio diario. En fin, ese cuerno hizo y deshizo.
13 »Escuché entonces que uno de los santos hablaba, y que otro le preguntaba: “¿Cuánto más va a durar esta visión del sacrificio diario, de la rebeldía desoladora, de la entrega del santuario y de la humillación del ejército?” 14 Y aquel santo me dijo: “Va a tardar dos mil trescientos días con sus noches. Después de eso, se purificará el santuario.”
Comentario
3. Recuerda que su victoria es total
Jesús vino a aniquilar las obras del maligno. Jesús vive dentro de ti, y por medio de él tienes la victoria. En lo que respecta a entender quién es Jesús y lo que vino a hacer, este es uno de los pasajes más importante de toda la Biblia.
Dios habló a Daniel por medio de sueños y visiones mientras yacía en su lecho. «Entonces puso por escrito lo más importante de su sueño» (7:1). (Cuando Dios habla, es sabio escribirlo —o al menos lo que en esencia ha dicho— para que no lo olvides). Daniel tuvo un sueño vívido sobre la guerra espiritual: «Libró una guerra contra los santos» (v.21).
Se dio un cumplimiento histórico inmediato de esta visión en el sueño. Por ejemplo, las cuatro bestias representan cuatro reinos: el Imperio babilónico, el Imperio medo-persa; el Imperio griego y el colosal Imperio romano (para más detalles, ver los comentarios).
Pero ese sueño y esa visión tuvieron un cumplimiento mucho mayor. Daniel vio que llegaría un tiempo en el que el mal sería destruido completamente y erradicado de la Tierra (vv.11,26), en el que Dios ejercería su dominio absoluta y eternamente sobre el universo entero (v.14).
También vio una gran victoria para el pueblo de Dios: «Al cuerno se le quitará el poder y se le destruirá para siempre. Entonces se dará a los santos, que son el pueblo del Altísimo, la majestad y el poder y la grandeza de los reinos. Su reino será un reino eterno, y lo adorarán y obedecerán todos los gobernantes de la tierra» (vv.26-27).
Y además de esto, Daniel vio que la victoria sería conseguida por una figura mesiánica, alguien «parecido a un hijo de hombre» (v.13, DHH).
«Vi que venía entre las nubes alguien parecido a un hijo de hombre \[...\] le fue dado el poder, la gloria y el reino, y gente de todas las naciones y lenguas le servían. Su poder será siempre el mismo,
y su reino jamás será destruido» (vv.13-14, DHH).
Jesús habló del «Hijo del hombre \[…\] viniendo en las nubes del cielo» (Marcos 14:62), y como el «Hijo del hombre» habría de «venir en las nubes con gran poder y gloria» (13:26; ver también Mateo 24:30; 26:64).
Claramente, este pasaje tuvo un gran impacto en Jesús y la manera en que se entendía a sí mismo. Con frecuencia usaba la expresión «Hijo del hombre» para describirse a sí mismo. Esta expresión aparece 82 veces el los evangelios, todas pronunciadas por Jesús.
Jesús eligió un título que no tuvo las mismas resonancias políticas que otros títulos mesiánicos. Evocaba una figura representativa que se identificaría con los seres humanos y daría «su vida en rescate por muchos» (Marcos 10:45), llevando asociada la idea del sufrimiento (Daniel 7).
En su gran amor por nosotros, Jesús, el Hijo del hombre, sufrió en representación de toda la raza humana, para que pudiéramos ser rescatados de todas las fuerzas espirituales del mal en el mundo. Un día, Jesús regresará «entre las nubes del cielo» (v.13) como prometió, y la victoria será completada (Mateo 24:30-31).
Oración
Añadidos de Pippa
Pippa añade
Salmo 136
«Su amor perdura para siempre» se repite 26 veces en este salmo. ¡Espero que nos hayamos quedado con el mensaje!
Versículo del día
Salmo 136:26
'¡Den gracias al Dios de los cielos! ¡Su gran amor perdura para siempre!'
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Referencias
Notas:
Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está traducida al español, se parafrasea
Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. «NIV»is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790.
Scripture quotations marked (AMP) taken from the Amplified® Bible, Copyright © 1954, 1958, 1962, 1964, 1965, 1987 by The Lockman Foundation. Used by permission. (www.Lockman.org)
Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group.
Note for 2011/publication:
… as the «Son of Man’. The phrase appears eighty-two times in the Gospels, all in the sayings of Jesus. (Dunn & McKnight, The historical Jesus in Recent Research, 2005, p337).
Stephen Gaukroger & Nick Mercer, Frogs in Cream, «Joseph Lister, the nineteenth century medic, is known as «the father of antiseptic surgery’. During the course of his work Lister was disturbed by the high proportion of patients who died after operations, not because of any problems with the operations themselves, but from post-operative infections.
He became convinced that infinitesimal microbes, invisible to the naked eye, were causing the infections. So he began to develop a number of antiseptic solutions with which to treat the wounds. Sure enough the proportions of patients dying from infections decreased.
In the same way, there are evil spiritual forces at work in our world today. They cannot be seen, but they wreak havoc in people’s lives, causing them to fall into temptation, moving evil people into positions of national power, manipulating people’s emotions, tearing them apart and destroying them.