Agudiza tu conciencia
Introducción
En el pasaje de hoy, Jesús plantea esta cuestión: «¿Qué está permitido \[...\] hacer el bien o hacer el mal \[...\]?» (Marcos 3:4).
Yo era ateo; creía que nuestros cuerpos y mentes, junto con las circunstancias en las que habíamos nacido, determinaban todas nuestras acciones. Lógicamente, según me parecía, si no existe Dios, no hay base ninguna para la moralidad. Por lo tanto, siguiendo esta lógica, no hay un «bien» ni un «mal» absolutos.
Aun así, en lo profundo de mí, sabía que sí existía algo llamado «bien» y «mal». Aunque no creía en Dios, eran las palabras que usaba. A pesar de eso, solo cuando encontré a Jesús comprendí que existe un Dios que ha creado un universo moral. En las Escrituras, y particularmente en la persona de Jesucristo, se revela la naturaleza del bien y del mal.
Dios nos ha dado una conciencia para que sepamos que algunas cosas están «bien» y otras «mal». Pero nuestras conciencias se pueden ablandar, por lo que necesitan ser agudizadas por la verdad objetiva.
Proverbios 5:1-14
Advertencia contra el adulterio
5Hijo mío, pon atención a mi sabiduría
y presta oído a mi buen juicio,
2 para que al hablar mantengas la discreción
y retengas el conocimiento.
3 De los labios de la adúltera fluye miel;
su lengua es más suave que el aceite.
4 Pero al fin resulta más amarga que la hiel
y más cortante que una espada de dos filos.
5 Sus pies descienden hasta la muerte;
sus pasos van derecho al sepulcro.
6 No toma ella en cuenta el camino de la vida;
sus sendas son torcidas, y ella no lo reconoce.
7 Pues bien, hijo mío, préstame atención
y no te apartes de mis palabras.
8 Aléjate de la adúltera;
no te acerques a la puerta de su casa,
9 para que no entregues a otros tu vigor,
ni tus años a gente cruel;
10 para que no sacies con tu fuerza a gente extraña,
ni vayan a dar en casa ajena tus esfuerzos.
11 Porque al final acabarás por llorar,
cuando todo tu ser se haya consumido.
12 Y dirás: «¡Cómo pude aborrecer la corrección!
¡Cómo pudo mi corazón despreciar la disciplina!
13 No atendí a la voz de mis maestros,
ni presté oído a mis instructores.
14 Ahora estoy al borde de la ruina,
en medio de toda la comunidad.»
Comentario
Guárdate del mal disfrazado de bien
Todo pecado implica una especie de engaño, que suele ser el mal disfrazado de bien. Se da una atracción superficial: «de los labios de la adúltera fluye miel; su lengua es más suave que el aceite» (v.3). Pero al final «resulta más amarga que la hiel» (v.4) y seguir ese camino lleva a la «muerte» (v.5a) y al «sepulcro» (v.5b).
Estos versículos capturan tanto la atracción como el peligro de la tentación sexual. Vivimos en una sociedad cada vez más sexualizada donde la pornografía en internet está fácilmente disponible; a nuestro alrededor todo está lleno de imágenes sexuales que nos animan a buscar la «satisfacción» sexual.
Nuestra sexualidad es una bendición dada por Dios (ver Génesis 2:24) que si se usa mal puede ser destructiva y dañarnos. Estos versículos nos alertan del atractivo del pecado sexual y nos advierten para que no seamos embaucados por el mismo.
«De lo contrario, acabarás por lamentarlo» (Proverbios 5:11, DHH). Joyce Meyer escribe: «La prudencia es nuestra aliada, nos ayuda a no vivir lamentándonos. Creo que lo más triste del mundo sería llegar a la ancianidad, mirar en retrospectiva lo que ha sido mi vida y no sentir más que remordimientos acerca de lo que hice o dejé de hacer. La prudencia nos ayuda a tomar decisiones en el ahora con las que estaremos contentos en el mañana».
Mantente alejado de escoger un camino del que luego te arrepentirás. «Aléjate \[...\] ni siquiera te acerques a la puerta de su casa» (v.8, DHH). Si ignoramos este consejo, podemos acabar desperdiciando nuestra vida y al final de ella lo lamentaremos profundamente. No coquetees con la tentación, huye de ella.
Oración
Marcos 2:18-3:30
Le preguntan a Jesús sobre el ayuno
18 Al ver que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, algunos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
—¿Cómo es que los discípulos de Juan y de los fariseos ayunan, pero los tuyos no?
19 Jesús les contestó:
—¿Acaso pueden ayunar los invitados del novio mientras él está con ellos? No pueden hacerlo mientras lo tienen con ellos. 20 Pero llegará el día en que se les quitará el novio, y ese día sí ayunarán. 21 Nadie remienda un vestido viejo con un retazo de tela nueva. De hacerlo así, el remiendo fruncirá el vestido y la rotura se hará peor. 22 Ni echa nadie vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, el vino hará reventar los odres y se arruinarán tanto el vino como los odres. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos.
Señor del sábado
23 Un sábado, al cruzar Jesús los sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar a su paso unas espigas de trigo.
24 —Mira —le preguntaron los fariseos—, ¿por qué hacen ellos lo que está prohibido hacer en sábado?
25 Él les contestó:
—¿Nunca han leído lo que hizo David en aquella ocasión, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre y pasaron necesidad? 26 Entró en la casa de Dios cuando Abiatar era el sumo sacerdote, y comió los panes consagrados a Dios, que sólo a los sacerdotes les es permitido comer. Y dio también a sus compañeros.
27 »El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado —añadió—. 28 Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado.
3En otra ocasión entró en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. 2 Algunos que buscaban un motivo para acusar a Jesús no le quitaban la vista de encima para ver si sanaba al enfermo en sábado. 3 Entonces Jesús le dijo al hombre de la mano paralizada:
—Ponte de pie frente a todos.
4 Luego dijo a los otros:
—¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o matar?
Pero ellos permanecieron callados. 5 Jesús se les quedó mirando, enojado y entristecido por la dureza de su corazón, y le dijo al hombre:
—Extiende la mano.
La extendió, y la mano le quedó restablecida. 6 Tan pronto como salieron los fariseos, comenzaron a tramar con los herodianos cómo matar a Jesús.
La multitud sigue a Jesús
7 Jesús se retiró al lago con sus discípulos, y mucha gente de Galilea lo siguió. 8 Cuando se enteraron de todo lo que hacía, acudieron también a él muchos de Judea y Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de las regiones de Tiro y Sidón. 9 Entonces, para evitar que la gente lo atropellara, encargó a sus discípulos que le tuvieran preparada una pequeña barca; 10 pues como había sanado a muchos, todos los que sufrían dolencias se abalanzaban sobre él para tocarlo. 11 Además, los espíritus malignos, al verlo, se postraban ante él, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!» 12 Pero él les ordenó terminantemente que no dijeran quién era él.
Nombramiento de los doce apóstoles
13 Subió Jesús a una montaña y llamó a los que quiso, los cuales se reunieron con él. 14 Designó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar 15 y ejercer autoridad para expulsar demonios. 16 Éstos son los doce que él nombró: Simón (a quien llamó Pedro); 17 Jacobo y su hermano Juan, hijos de Zebedeo (a quienes llamó Boanerges, que significa: Hijos del trueno); 18 Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el Zelote 19 y Judas Iscariote, el que lo traicionó.
Jesús y Beelzebú
20 Luego entró en una casa, y de nuevo se aglomeró tanta gente que ni siquiera podían comer él y sus discípulos. 21 Cuando se enteraron sus parientes, salieron a hacerse cargo de él, porque decían: «Está fuera de sí.»
22 Los maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían: «¡Está poseído por Beelzebú! Expulsa a los demonios por medio del príncipe de los demonios.»
23 Entonces Jesús los llamó y les habló en parábolas: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? 24 Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede mantenerse en pie. 25 Y si una familia está dividida contra sí misma, esa familia no puede mantenerse en pie. 26 Igualmente, si Satanás se levanta contra sí mismo y se divide, no puede mantenerse en pie, sino que ha llegado su fin. 27 Ahora bien, nadie puede entrar en la casa de alguien fuerte y arrebatarle sus bienes a menos que primero lo ate. Sólo entonces podrá robar su casa. 28 Les aseguro que todos los pecados y blasfemias se les perdonarán a todos por igual, 29 excepto a quien blasfeme contra el Espíritu Santo. Éste no tendrá perdón jamás; es culpable de un pecado eterno.»
30 Es que ellos habían dicho: «Tiene un espíritu maligno.»
Comentario
Decídete acerca de Jesús: ¿era bueno o malo?
¿Quién es Jesús? Todos tenemos que tomar una decisión acerca de Jesús: ¿Era malo? ¿Estaba loco? ¿O acaso era Dios? Esta no es una cuestión novedosa. La gente del tiempo de Jesús también tuvo que decidirse entre estas opciones.
Jesús no fue simplemente un gran maestro religioso. Está claro que se veía a sí mismo como mucho más que eso. Jesús hizo sorprendentes afirmaciones acerca de sí mismo
. Incluso en esta parte tan relativamente pequeña del Evangelio de Marcos vemos unas cuantas de sus afirmaciones.
C. S. Lewis señaló que un hombre que fuera simplemente un hombre y que dijera las cosas que dijo Jesús no podría ser un gran maestro moral, sino que se trataría de un lunático, o el «mismísimo demonio». «Tienen que escoger» —escribe Lewis— «O bien Jesús era, y es el Hijo de Dios, o bien era un loco o algo mucho peor. Pero —continúa— no salgamos ahora con insensateces paternalistas acerca de que fue un gran maestro moral. Él no nos dejó abierta esa posibilidad. No quiso hacerlo». Solo hay tres opciones: o bien era un malvado, o un lunático, o sus pretensiones eran verdaderas.
- ¿Era un malvado?
Los maestros de la ley dijeron de él: «Belcebú, el propio jefe de los demonios, es quien le ha dado a este hombre el poder de expulsarlos» (3:22). Afirmaban que «tenía un espíritu impuro» (v.30b).
- ¿Estaba loco?
La gente decía de Jesús que «se había vuelto loco» (v.21b, TLA).
- ¿Es Dios?
Jesús está diciendo implícitamente que él es el novio (ver 2:18–19). Se describe a sí mismo como «Señor incluso del sábado» (v.28), y cuando el espíritu maligno grita: «¡Tú eres el Hijo de Dios!» (3:11), Jesús no lo niega sino que «les ordenó terminantemente que no dijeran quién era él» (v.12).
Nuestra decisión acerca de si Jesús es una malvado, está loco o es Dios tiene enormes consecuencias.
Después de pasar tres años con l, sus discípulos llegaron a la conclusión de que era el Hijo unigénito de Dios, la Palabra hecha carne, un hombre cuya identidad era la de ser Dios (2:21-22). Jesús los llamó, como nos llama a nosotros, primero para estar «con él» y después llevar su mensaje al mundo entero (3:14–15).
A aquellos que le toman por malvado les dice: «Quien blasfeme contra el Espíritu Santo \[...\] no tendrá perdón jamás» (v.29). Este versículo ha causado gran angustia a mucha gente. Pero todo el que esté preocupado por el mismo, es que no ha cometido tal pecado. Aquellos que se arrepientan serán perdonados. El hecho de que se sientan preocupados (es decir, que quieran arrepentirse) es la prueba más segura de que no lo han cometido.
Aquí no se está refiriendo es a pronunciar una frase (blasfemar) sino a una actitud mental irreversible. Jesús no dice que hayan cometido un pecado, sino que advierte del peligro en el que están. Aquellas personas no eran una gente cualquiera. Los escribas eran acreditados maestros teológicos del pueblo de Dios. Estaban en contacto diario con la palabra de Dios.
Este pecado es una actitud que trastoca el bien en mal y el mal en bien. La persona que lo haga, ha caído hasta un punto en que ya no se puede arrepentir ni ser perdonado. También cayó en esta categoría «Judas Iscariote, el que lo traicionó» (v.19).
El Nuevo Testamento nos asegura que todo el que se arrepienta y se vuelva a Jesús será perdonado.
Oración
Éxodo 21:1-22:31
Esclavos hebreos
21»Éstas son las leyes que tú les expondrás:
2 »Si alguien compra un esclavo hebreo, éste le servirá durante seis años, pero en el séptimo año recobrará su libertad sin pagar nada a cambio.
3 »Si el esclavo llega soltero, soltero se irá.
»Si llega casado, su esposa se irá con él.
4 »Si el amo le da mujer al esclavo, como ella es propiedad del amo, serán también del amo los hijos o hijas que el esclavo tenga con ella. Así que el esclavo se irá solo.
5 »Si el esclavo llega a declarar: “Yo no quiero recobrar mi libertad, pues les tengo cariño a mi amo, a mi mujer y a mis hijos”, 6 el amo lo hará comparecer ante los jueces, luego lo llevará a una puerta, o al marco de una puerta, y allí le horadará la oreja con un punzón. Así el esclavo se quedará de por vida con su amo.
7 »Si alguien vende a su hija como esclava, la muchacha no se podrá ir como los esclavos varones.
8 »Si el amo no toma a la muchacha como mujer por no ser ella de su agrado, deberá permitir que sea rescatada. Como la rechazó, no podrá vendérsela a ningún extranjero.
9 »Si el amo entrega la muchacha a su hijo, deberá tratarla con todos los derechos de una hija.
10 »Si toma como esposa a otra mujer, no podrá privar a su primera esposa de sus derechos conyugales, ni de alimentación y vestido.
11 »Si no le provee esas tres cosas, la mujer podrá irse sin que se pague nada por ella.
Injurias personales
12 »El que hiera a otro y lo mate será condenado a muerte.
13 »Si el homicidio no fue intencional, pues ya estaba de Dios que ocurriera, el asesino podrá huir al lugar que yo designaré.
14 »Si el homicidio es premeditado, el asesino será condenado a muerte aun cuando busque refugio en mi altar.
15 »El que mate a su padre o a su madre será condenado a muerte.
16 »El que secuestre a otro y lo venda, o al ser descubierto lo tenga aún en su poder, será condenado a muerte.
17 »El que maldiga a su padre o a su madre será condenado a muerte.
18 »Si en una riña alguien golpea a otro con una piedra, o con el puño, y el herido no muere pero se ve obligado a guardar cama, 19 el agresor deberá indemnizar al herido por daños y perjuicios. Sin embargo, quedará libre de culpa si el herido se levanta y puede caminar por sí mismo o con la ayuda de un bastón.
20 »Si alguien golpea con un palo a su esclavo o a su esclava, y como resultado del golpe él o ella muere, su crimen será castigado. 21 Pero si después de uno o dos días el esclavo se recupera, el agresor no será castigado porque el esclavo era de su propiedad.
22 »Si en una riña los contendientes golpean a una mujer encinta, y la hacen abortar pero sin poner en peligro su vida, se les impondrá la multa que el marido de la mujer exija y que en justicia le corresponda.
23 »Si se pone en peligro la vida de la mujer, ésta será la indemnización: vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 quemadura por quemadura, golpe por golpe, herida por herida.
26 »Si alguien golpea en el ojo a su esclavo o a su esclava, y se lo saca, en compensación por el ojo los pondrá en libertad.
27 »Si alguien le rompe un diente a su esclavo o a su esclava, en compensación por el diente los pondrá en libertad.
28 »Si un toro cornea y mata a un hombre o a una mujer, se matará al toro a pedradas y no se comerá su carne. En tal caso, no se hará responsable al dueño del toro.
29 »Si el toro tiene la costumbre de cornear, se le matará a pedradas si llega a matar a un hombre o a una mujer. Si su dueño sabía de la costumbre del toro, pero no lo mantuvo sujeto, también será condenado a muerte.
30 »Si a cambio de su vida se le exige algún pago, deberá pagarlo.
31 »Esta misma ley se aplicará en caso de que el toro cornee a un muchacho o a una muchacha.
32 »Si el toro cornea a un esclavo o a una esclava, el dueño del toro deberá pagarle treinta monedas de plata al amo del esclavo o de la esclava. El toro será apedreado.
33 »Si alguien deja abierto un pozo, o cava un pozo y no lo tapa, y llegan a caerse en él un buey o un asno, 34 el dueño del pozo indemnizará al dueño del animal, y podrá quedarse con el animal muerto.
35 »Si un toro cornea a otro toro, y el toro corneado muere, se venderá el toro vivo, y los dos dueños se repartirán por partes iguales el dinero y el animal muerto.
36 »Si el toro tenía la maña de cornear, y su dueño le conocía esta maña pero no lo mantuvo amarrado, tendrá que pagar por el animal muerto con un animal vivo, pero podrá quedarse con el animal muerto.
Protección de la propiedad
22»Si alguien roba un toro o una oveja, y lo mata o lo vende, deberá devolver cinco cabezas de ganado por el toro, y cuatro ovejas por la oveja.
2 »Si a alguien se le sorprende robando, y se le mata, su muerte no se considerará homicidio.
3 »Si se mata al ladrón a plena luz del día, su muerte se considerará homicidio.
»El ladrón está obligado a restituir lo robado. Si no tiene con qué hacerlo, será vendido para restituir lo robado.
4 »Si el animal robado se halla en su poder y todavía con vida, deberá restituirlo doble, ya sea que se trate de un toro, un asno o una oveja.
5 »Si alguien apacienta su ganado en un campo o en una viña, y por dejar a sus animales sueltos ellos pastan en campo ajeno, el dueño del animal deberá reparar el daño con lo mejor de su cosecha.
6 »Si se prende fuego en pasto seco, y el fuego se propaga y quema algún trigal, o el trigo ya apilado, o algún campo sembrado, el que haya comenzado el fuego deberá reparar el daño.
7 »Si alguien deja dinero o bienes en la casa de un amigo, y esos bienes le son robados, el ladrón deberá devolver el doble, en caso de que lo atrapen.
8 »Si no se atrapa al ladrón, el dueño de la casa deberá comparecer ante los jueces para que se determine si no dispuso de los bienes del otro.
9 »En todos los casos de posesión ilegal, las dos partes deberán llevar el asunto ante los jueces. El que sea declarado culpable deberá restituir el doble a su prójimo, ya sea que se trate de un toro, o de un asno, o de una oveja, o de ropa, o de cualquier otra cosa perdida que alguien reclame como de su propiedad.
10 »Si alguien deja al cuidado de algún amigo suyo un asno, un toro, una oveja, o cualquier otro animal, y el animal muere, o sufre algún daño, o es robado sin que nadie lo vea, 11 el amigo del dueño jurará ante el Señor no haberse adueñado de la propiedad de su amigo. El dueño deberá aceptar ese juramento, y el amigo no deberá restituirle nada.
12 »Si el animal le fue robado al amigo, éste deberá indemnizar al dueño.
13 »Si el animal fue despedazado por una fiera, el amigo no tendrá que indemnizar al dueño si presenta como evidencia los restos del animal.
14 »Si alguien pide prestado un animal de algún amigo suyo, y el animal sufre algún daño, o muere, no estando presente su dueño, el que lo pidió prestado deberá restituirlo.
15 »Si el dueño del animal estaba presente, el que pidió prestado el animal no tendrá que pagar nada.
»Si el animal fue alquilado, el precio del alquiler cubrirá la pérdida.
Responsabilidades sociales
16 »Si alguien seduce a una mujer virgen que no esté comprometida para casarse, y se acuesta con ella, deberá pagarle su precio al padre y tomarla por esposa. 17 Aun si el padre se niega a entregársela, el seductor deberá pagar el precio establecido para las vírgenes.
18 »No dejes con vida a ninguna hechicera.
19 »Todo el que tenga relaciones sexuales con un animal será condenado a muerte.
20 »Todo el que ofrezca sacrificios a otros dioses, en vez de ofrecérselos al Señor, será condenado a muerte.
21 »No maltrates ni oprimas a los extranjeros, pues también tú y tu pueblo fueron extranjeros en Egipto.
22 »No explotes a las viudas ni a los huérfanos, 23 porque si tú y tu pueblo lo hacen, y ellos me piden ayuda, yo te aseguro que atenderé a su clamor: 24 arderá mi furor y los mataré a ustedes a filo de espada. ¡Y sus mujeres se quedarán viudas, y sus hijos se quedarán huérfanos!
25 »Si uno de ustedes presta dinero a algún necesitado de mi pueblo, no deberá tratarlo como los prestamistas ni le cobrará intereses.
26 »Si alguien toma en prenda el manto de su prójimo, deberá devolvérselo al caer la noche. 27 Ese manto es lo único que tiene para abrigarse; no tiene otra cosa sobre la cual dormir. Si se queja ante mí, yo atenderé a su clamor, pues soy un Dios compasivo.
28 »No blasfemes nunca contra Dios, ni maldigas al jefe de tu pueblo.
29 »No te demores en presentarme las ofrendas de tus graneros y de tus lagares.
»Tus hijos primogénitos serán para mí.
30 »También serán para mí tus toros y tus ovejas. Los dejarás con sus madres siete días, pero al octavo día me los entregarás.
31 »Ustedes serán mi pueblo santo.
»No comerán la carne de ningún animal que haya sido despedazado por las fieras. Esa carne se la echarán a los perros.
Comentario
Promueve el bien y evita el mal
El pueblo de Dios elaboró leyes para su sociedad. Algunas de estas leyes nos pueden parecer muy extrañas y duras. Pero si las comparamos con las leyes de otros pueblos de la antigüedad, son admirablemente humanas y algunos de sus principios son aún de aplicación hoy en día.
Aquellas leyes fueron diseñadas para limitar el mal. Por ejemplo, existe un derecho a la autodefensa, pero no al uso de una fuerza excesiva en la autodefensa (22:2-3). También hay una prohibición de escalar la violencia y se provee de un castigo equivalente: «Vida por vida, ojo por ojo \[...\]» y así va siguiendo (21:23-25).
Está claro que la ley se creó para los jueces y no para las personas individuales (ver Deuteronomio 19:18-21). Es una guía para jueces para dictar sentencias. Nunca se hizo para que las personas individuales aplicaran las venganzas descritas. De hecho, casi nunca se tomaban al pie de la letra, excepto en el caso de crímenes capitales. Las leyes se veían como la máxima pena que era posible aplicar pero, por lo general, los castigos se reemplazaban por multas económicas y compensaciones de daños.
Para el lector de la antigüedad, el énfasis en los derechos de los esclavos resultaría revolucionario. Los amos tenían que liberar a sus esclavos tras un máximo de seis años (Éxodo 21:2) y se daban estrictos controles para limitar el maltrato de esclavos (vv.20, 26-27). Parece ser que había una preocupación especial por los derechos de las esclavas, las cuales eran especialmente vulnerables en el mundo antiguo. No podían ser tratadas como los esclavos varones (v.7) sino que tenían que ser dadas en matrimonio o permitirles ser rescatadas (vv.8–11).
Al mismo tiempo, las leyes del Israel de la Antigüedad buscaban promover el bien. Dios declaró: «Ustedes serán mi pueblo santo» (22:31a). También había leyes para proteger a los «extranjeros» (v.21), así como a las viudas y los huérfanos (v.22). En el pasaje de mañana veremos que también había leyes que aseguraban la «justicia» para los pobres (23:6). Se enseñaba a las personas a no buscar venganza ni guardar rencores sino a «amar a tu prójimo como a ti mismo» (Levítico 19:18).
La ley ayudó a construir una comunidad que tenía como base la mutua dependencia y la rendición de cuentas. Cada una de sus peculiares leyes ayudaba a que el pueblo aprendiera su pertenencia común y el cuidado de los unos por los otros. Esta es una lección que todos hemos de aprender, especialmente en el ambiente independiente y aislado de la vida en el siglo XXI. No seguimos las leyes y los decretos simplemente porque tengamos que hacerlo, sino porque nos ayudan a tratar a cada persona como alguien hecho a la imagen de Dios.
Oración
Añadidos de Pippa
Pippa añade
Las sanaciones de Jesús en sábat nos muestran la manera radical en la que él interpretó las leyes del Antiguo Testamento. Es bueno haber leído Éxodo 21 y 22.
Se pueden encontrar más sugerencias prácticas sobre cómo evitar la tentación sexual en The Jesus Lifestyle, capítulo 5: «How to understand sex in the 21st century» (El estilo de vida de Jesús: «Cómo comprender el sexo en el siglo XXI») https://shop.alpha.org/product/182/jesus-lifestyle-nicky-gumbel
Versículo del día
Éxodo 22:31a
'Ustedes serán mi pueblo santo.'
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Referencias
Notas:
C. S. Lewis, Mero Cristianismo, (Rialp, 1995)
Joyce Meyer, La Biblia de la Vida Diaria, (Casa Creación, 2013)
Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. ‘NIV’ is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790.
Scripture quotations marked (AMP) taken from the Amplified® Bible, Copyright © 1954, 1958, 1962, 1964, 1965, 1987 by The Lockman Foundation. Used by permission. (www.Lockman.org)
Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group.