Día 356

Pureza y poder

Sabiduría Proverbios 31:1-9
Nuevo Testamento Apocalipsis 14:1-13
Antiguo Testamento Esdras 8:15-9:15

Introducción

Cada año, me siento justo al lado de la orquesta y el coro de nuestro servicio de Navidad. Suele haber alrededor de cincuenta músicos en la orquesta y noventa en el coro, todos miembros de la congregación que prestan voluntariamente su tiempo y su talento. Siempre me asombra la belleza de su maravillosa música y sus cantos, es un anticipo del cielo.

El apóstol Juan escribe: «Oí un sonido que venía del cielo, como el estruendo de una catarata y el retumbar de un gran trueno. El sonido se parecía al de músicos que tañen sus arpas. Y cantaban un himno nuevo delante del trono» (Apocalipsis 14:2-3). La orquesta y coro celestiales cantarán un cántico nuevo ante una audiencia celestial.

Juan prosigue describiendo la iglesia completa del cielo, su pureza y su poder (los cuales están conectados). Como ha dicho el pastor Rick Warren: «En el ministerio, la pureza privada es la fuente del poder público».

Sabiduría

Proverbios 31:1-9

Dichos del rey Lemuel

31Los dichos del rey Lemuel. Oráculo mediante el cual su madre lo instruyó:

2 «¿Qué pasa, hijo mío?
¿Qué pasa, hijo de mis entrañas?
¿Qué pasa, fruto de mis votos al Señor?
3 No gastes tu vigor en las mujeres,
ni tu fuerza en las que arruinan a los reyes.

4 »No conviene que los reyes, oh Lemuel,
no conviene que los reyes se den al vino,
ni que los gobernantes se entreguen al licor,
5 no sea que al beber se olviden de lo que la ley ordena
y priven de sus derechos a todos los oprimidos.
6 Dales licor a los que están por morir,
y vino a los amargados;
7 ¡que beban y se olviden de su pobreza!
¡que no vuelvan a acordarse de sus penas!

8 »¡Levanta la voz por los que no tienen voz!
¡Defiende los derechos de los desposeídos!
9 ¡Levanta la voz, y hazles justicia!
¡Defiende a los pobres y necesitados!»

Comentario

1. La pureza y los desvalidos

«Los líderes no pueden permitirse el lujo de quedar como tontos» (v.4, MSG). El rey Lemuel fue un líder que recibió una enseñanza muy sabia de parte de su madre. Ella le advirtió contra la impureza (v.3) y la embriaguez (vv.4-7).

Ambas pueden arruinar tu vida. Pueden llevarte a olvidar lo que deberías estar haciendo (v.5a) y privar a los desvalidos de sus derechos (v.5b).

En vez de usar tu poder para regodearte en tu propia autosatisfacción, úsalo para el bien: «¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos! ¡Levanta la voz, y hazles justicia! ¡Defiende a los pobres y necesitados!» (vv.8-9).

¿Quiénes son los sin voz de nuestra sociedad que no «tienen voz»? ¿Quiénes son las personas en cuyo favor debiéramos estar hablando tú y yo? Seguramente abarcarían las siguientes personas:

  1. Los pobres

Alrededor del 20% de la población mundial —1200 millones de personas— vive con menos de un dólar al día y se va a la cama con hambre cada noche. Hoy —y cada día hasta que no actuemos— 22 000 niños mueren de enfermedades prevenibles; es decir, 5,9 millones de niños de menos de cinco años mueren cada año. Más de dos tercios de estas muertes infantiles prematuras se deben a enfermedades que podrían ser prevenidas y tratadas con el acceso a intervenciones simples y económicas. Ellos son los «pobres y necesitados» (v.9).

  1. Los esclavizados

Se estima que el tráfico de seres humanos esclaviza alrededor de 30 millones de personas alrededor del mundo, la mitad de los cuales están por debajo de los 18 años. La esclavitud es una injusticia terrible. «¡Levanta la voz, y hazles justicia!» (v.9).

  1. Los no nacidos

Aquellos aún en el vientre no tienen ninguna voz con la que valerse. La peridodista Nigella Lawson, quien se describe como «proabortista», ha escrito que «si las pruebas casuísticas son algo por lo que regirse (y me temo que es así), \[el aborto\] se está convirtiendo más y más en una alternativa de hechos consumados a la contracepción que no cuesta nada». A pesar de esto, muy poca gente tiene el valor de defender a los no nacidos, que «no tienen en voz» (v.8a, MSG) hoy en día.

  1. Los encarcelados

Mucha gente en todo el mundo está en la cárcel injustamente; incluso aquellos que lo están justamente, suelen ser tratados de manera inhumana. La vasta mayoría de ellos no están en condiciones de hablar en su propio favor (v.8a).

Oración

Señor, ayúdame a defender a aquellos sin voz, juzgar justamente y defender los derechos de los marginados, los pobres y los necesitados.
Nuevo Testamento

Apocalipsis 14:1-13

El Cordero y los 144.000

14Luego miré, y apareció el Cordero. Estaba de pie sobre el monte Sión, en compañía de ciento cuarenta y cuatro mil personas que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y de su Padre. 2 Oí un sonido que venía del cielo, como el estruendo de una catarata y el retumbar de un gran trueno. El sonido se parecía al de músicos que tañen sus arpas. 3 Y cantaban un himno nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender aquel himno, aparte de los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. 4 Éstos se mantuvieron puros, sin contaminarse con ritos sexuales. Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Fueron rescatados como los primeros frutos de la humanidad para Dios y el Cordero. 5 No se encontró mentira alguna en su boca, pues son intachables.

Los tres ángeles

6 Luego vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y que llevaba el evangelio eterno para anunciarlo a los que viven en la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo. 7 Gritaba a gran voz: «Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio. Adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales.»

8 Lo seguía un segundo ángel que gritaba: «¡Ya cayó! Ya cayó la gran Babilonia, la que hizo que todas las naciones bebieran el excitante vino de su adulterio.»

9 Los seguía un tercer ángel que clamaba a grandes voces: «Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y se deja poner en la frente o en la mano la marca de la bestia, 10 beberá también el vino del furor de Dios, que en la copa de su ira está puro, no diluido. Será atormentado con fuego y azufre, en presencia de los santos ángeles y del Cordero. 11 El humo de ese tormento sube por los siglos de los siglos. No habrá descanso ni de día ni de noche para el que adore a la bestia y su imagen, ni para quien se deje poner la marca de su nombre.» 12 ¡En esto consiste la perseverancia de los santos, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a Jesús!

13 Entonces oí una voz del cielo, que decía: «Escribe: Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor.»

«Sí —dice el Espíritu—, ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues sus obras los acompañan.»

Comentario

2. Pureza y proclamación

«¡Me quitó el aliento!» (v.1, MSG). Jesús (el Cordero de Dios) se alza en el Monte Sión con sus 144 000 seguidores «que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y de su Padre» (v.1). Representan a la iglesia completa que adora toda ella junta. Las cinco partes de esta descripción constituyen una representación de la pureza completa. Ellos:

  1. Son redimidos de la tierra por la sangre del Cordero (v.3)
  2. Se han mantenido puros e inmaculados: «vivieron sin contemporizar» (v.4a, MSG)
  3. Siguen a Jesús donde él va (v.4b)
  4. Son comprados y ofrecidos como las primicias a Dios y al Cordero (v.4c). Como escribe san Pablo, fuimos «comprados por un precio» (1 Corintios 6:20)
  5. Son gente íntegra: «No se encontró mentira alguna en su boca, pues son intachables» (Apocalipsis 14:5).

No es coincidencia que la visión de la iglesia pura venga seguida de una visión de la proclamación del evangelio eterno «a los que viven en la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo» (v.6).

Este es el llamado de la iglesia: proclamar la buena noticia de Jesús. Esto viene representado por el primer ángel. Los ángeles segundo y tercero muestran aquello de lo que la humanidad necesita ser rescatada.

Todos necesitan ser rescatados de la influencia corruptora de «la gran Babilionia», «la que hizo que todas las naciones bebieran el excitante vino de su adulterio» (v.8). También tienen que ser rescatados de «la bestia», que quiere poner su marca en la frente de ellos (v.11) y ver cómo son atormentados.

La buena noticia es que nadie necesita tener esta marca en su frente. Nosotros, el pueblo de Dios, necesitamos proclamar la buena noticia de que toda persona puede tener el nombre de Jesús y el del Padre inscritos en su frente (v.1). Estás llamado a la perseverancia paciente, la obediencia a los mandamientos de Dios y la fidelidad a Jesús (v.12).

Difunde el mensaje pues ¡tanta gente está falta de paz! No hay «descanso ni de día ni de noche para el que adore a la bestia y su imagen» (v.11). Por otro lado, no hay bendición mayor que la de seguir al Cordero: «Entonces oí una voz del cielo, que decía: “Escribe: Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor”. “Sí —dice el Espíritu—, ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues sus obras los acompañan”» (v.13).

Oración

Señor Jesús, ayúdanos a ser seguidores tuyos puros e inmaculados; gente íntegra, que sabe que ha sido redimida y comprada a un precio. Ayúdanos a proclamar el evangelio eterno a cada lengua, pueblo, tribu y nación.
Antiguo Testamento

Esdras 8:15-9:15

El regreso a Jerusalén

15 A estos jefes de familia los reuní junto al arroyo que corre hacia el río Ahava, y allí estuvimos acampados tres días. Cuando pasé revista a todo el pueblo y a los sacerdotes, no encontré a ningún descendiente de Leví. 16 Entonces mandé llamar a Eliezer, Ariel, Semaías, Elnatán, Jarib, Elnatán, Natán, Zacarías y Mesulán, que eran jefes del pueblo, y también a Joyarib y Elnatán, que eran maestros, 17 y los envié a Idó, que era el jefe de Casifia. Les encargué que les pidieran a Idó y a sus compañeros, quienes estaban al frente de Casifiá, que nos proveyeran servidores para el templo de nuestro Dios. 18 Y como Dios estaba con nosotros, nos enviaron a un israelita muy capacitado llamado Serebías hijo de Majlí, descendiente de Leví. Con él vinieron sus hijos y sus hermanos, dieciocho personas en total. 19 También nos enviaron a Jasabías y a Isaías, descendientes de Merari, junto con sus hijos y hermanos, veinte personas en total. 20 Además, del grupo que David y sus oficiales habían asignado para que ayudaran a los levitas, nos enviaron doscientos veinte servidores, los cuales fueron registrados por su nombre.

21 Luego, estando cerca del río Ahava, proclamé un ayuno para que nos humilláramos ante nuestro Dios y le pidiéramos que nos acompañara durante el camino, a nosotros, a nuestros hijos y nuestras posesiones. 22 En realidad, sentí vergüenza de pedirle al rey que nos enviara un pelotón de caballería para que nos protegiera de los enemigos, ya que le habíamos dicho al rey que la mano de Dios protege a todos los que confían en él, pero que Dios descarga su poder y su ira contra quienes lo abandonan. 23 Así que ayunamos y oramos a nuestro Dios pidiéndole su protección, y él nos escuchó.

24 Después aparté a doce jefes de los sacerdotes: Serebías, Jasabías y diez de sus parientes. 25 En presencia de ellos pesé el oro, los utensilios sagrados y las ofrendas que el rey, sus consejeros, sus funcionarios más importantes y todos los israelitas allí presentes habían entregado para el templo de Dios. 26 Lo que pesé fue lo siguiente: veintiún mil cuatrocientos cincuenta kilos de plata, utensilios de plata que pesaban tres mil trescientos kilos, tres mil trescientos kilos de oro, 27 veinte tazas de oro que pesaban ocho kilos, y dos recipientes de bronce bruñido de la mejor calidad, tan preciosos como el oro.

28 Luego les dije: «Ustedes y los utensilios han sido consagrados al Señor. La plata y el oro son una ofrenda voluntaria para el Señor, Dios de nuestros antepasados. 29 Vigílenlos y guárdenlos hasta que los pesen en los aposentos del templo del Señor en Jerusalén, en presencia de los principales sacerdotes, de los levitas y de los jefes de familia del pueblo de Israel.» 30 Así que los sacerdotes y levitas recibieron la plata, el oro y los utensilios que fueron pesados para llevarlos al templo de nuestro Dios en Jerusalén.

31 El día doce del mes primero partimos del río Ahava para ir a Jerusalén. Durante todo el trayecto Dios nos acompañó y nos libró de enemigos y asaltantes. 32 Al llegar a Jerusalén nos quedamos descansando tres días. 33 Al cuarto día pesamos la plata, el oro y los utensilios en el templo de nuestro Dios, y entregamos todo al sacerdote Meremot hijo de Urías. Eleazar hijo de Finés estaba allí con él, lo mismo que los levitas Jozabad hijo de Jesúa, y Noadías hijo de Binuy. 34 Ese día pesamos y contamos todo, y registramos el peso total.

35 Luego, en honor del Señor, Dios de Israel, los que habían regresado del cautiverio ofrecieron, en holocausto y como ofrenda de expiación por todo el pueblo, doce novillos, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y doce chivos. 36 Y se les entregaron los decretos del rey a los sátrapas del reino y a los gobernadores de la provincia al oeste del río Éufrates, los cuales prestaron todo su apoyo al pueblo y al templo de Dios.

Esdras confiesa el pecado del pueblo

9Después de todo esto, se me acercaron los jefes y me dijeron: «El pueblo de Israel, incluso los sacerdotes y levitas, no se ha mantenido separado de los pueblos vecinos, sino que practica las costumbres abominables de todos ellos, es decir, de los cananeos, hititas, ferezeos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos. 2 De entre las mujeres de esos pueblos han tomado esposas para sí mismos y para sus hijos, mezclando así la raza santa con la de los pueblos vecinos. Y los primeros en cometer tal infidelidad han sido los jefes y los gobernantes.»

3 Cuando escuché esto, me rasgué la túnica y el manto, me arranqué los pelos de la cabeza y de la barba, y me postré muy angustiado. 4 Entonces, por causa del pecado cometido por los repatriados, se reunieron a mi alrededor todos los que obedecían la palabra de Dios. Y yo seguí angustiado hasta la hora del sacrificio de la tarde.

5 A la hora del sacrificio me recobré de mi abatimiento y, con la túnica y el manto rasgados, caí de rodillas, extendí mis manos hacia el Señor mi Dios, 6 y le dije en oración:

«Dios mío, estoy confundido y siento vergüenza de levantar el rostro hacia ti, porque nuestras maldades se han amontonado hasta cubrirnos por completo; nuestra culpa ha llegado hasta el cielo. 7 Desde los días de nuestros antepasados hasta hoy, nuestra culpa ha sido grande. Debido a nuestras maldades, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes fuimos entregados al poder de los reyes de los países vecinos. Hemos sufrido la espada, el cautiverio, el pillaje y la humillación, como nos sucede hasta hoy.

8 »Pero ahora tú, Señor y Dios nuestro, por un breve momento nos has mostrado tu bondad al permitir que un remanente quede en libertad y se establezca en tu lugar santo. Has permitido que nuestros ojos vean una nueva luz, y nos has concedido un pequeño alivio en medio de nuestra esclavitud. 9 Aunque somos esclavos, no nos has abandonado, Dios nuestro, sino que nos has extendido tu misericordia a la vista de los reyes de Persia. Nos has dado nueva vida para reedificar tu templo y reparar sus ruinas, y nos has brindado tu protección en Judá y en Jerusalén.

10 »Y ahora, después de lo que hemos hecho, ¿qué podemos decirte? No hemos cumplido los mandamientos 11 que nos diste por medio de tus siervos los profetas, cuando nos advertiste: “La tierra que van a poseer está corrompida por la impureza de los pueblos que la habitan, pues de un extremo a otro ellos la han llenado con sus abominaciones. 12 Por eso, no permitan ustedes que sus hijas ni sus hijos se casen con los de esos pueblos. Nunca busquen el bienestar ni la prosperidad que tienen ellos, para que ustedes se mantengan fuertes y coman de los frutos de la buena tierra y luego se la dejen por herencia a sus descendientes para siempre.”

13 »Después de todo lo que nos ha acontecido por causa de nuestras maldades y de nuestra grave culpa, reconocemos que tú, Dios nuestro, no nos has dado el castigo que merecemos, sino que nos has dejado un remanente. 14 ¿Cómo es posible que volvamos a quebrantar tus mandamientos contrayendo matrimonio con las mujeres de estos pueblos que tienen prácticas abominables? ¿Acaso no sería justo que te enojaras con nosotros y nos destruyeras hasta no dejar remanente ni que nadie escape? 15 ¡ Señor, Dios de Israel, tú eres justo! Tú has permitido que hasta hoy sobrevivamos como remanente. Culpables como somos, estamos en tu presencia, aunque no lo merecemos.»

Comentario

3. Pureza y oración

¿Te estás enfrentando a los desafíos que hay ante tu vida? Esdras se enfrentaba al enorme desafío de liderar el viaje de vuelta a Jerusalén y la reconstrucción del Templo.

Tuvo que liderar una compañía de 5000 personas, incluyendo mujeres y niños, durante una peligrosa marcha de cuatro meses a través de regiones deshabitadas, llevando consigo vastas cantidades de dinero y objetos preciosos (8:15-27).

Sabiamente, Esdras empezó por los líderes: « Entonces mandé llamar a \[...\] jefes del pueblo y \[...\] que eran maestros» (v.16). El liderazgo fue una clave para el cumplimiento de la visión de Esdras del retorno y la reconstrucción.

El cumplimiento de casi toda visión dada por Dios, requiere de estas tres cosas:

  1. Que todos oren

Esdras era un hombre de oración. Antes de comenzar la marcha, proclamó un ayuno. Todos se humillaron y le pidieron a Dios tener un viaje seguro (v.21). Dios escuchó su oración: «Así que ayunamos y oramos a nuestro Dios pidiéndole su protección, y él nos escuchó» (v.23).

  1. Que todos den

«En presencia de ellos pesé el oro, los utensilios sagrados y las ofrendas que el rey, sus consejeros, sus funcionarios más importantes y todos los israelitas allí presentes habían entregado para el templo de Dios» (v.25).

  1. Que todos sirvan

«Los que habían regresado del cautiverio ofrecieron, en holocausto y como ofrenda de expiación \[...\] Y se les entregaron los decretos del rey a los sátrapas del reino y a los gobernadores de la provincia al oeste del río Éufrates, los cuales prestaron todo su apoyo al pueblo y al templo de Dios» (vv.35–36).

Dios los bendijo de todas las maneras en la reconstrucción de la casa de Dios. Pero, a pesar de la fidelidad de Dios con ellos, el pueblo no fue fiel a Dios. No se mantuvieron puros. No era tanto por el hecho de que se hubieran casado con extranjeras, como por el hecho de que se habían «contaminado» (9:11) con las «detestable prácticas» (v.1) de las naciones de su entorno. Los líderes y los oficiales habían liderado el camino con su infidelidad (v.2).

En contraste, Esdras nos da un gran ejemplo de no tomarse el pecado a la ligera. Está absolutamente devastado: «Cuando escuché esto, me rasgué la túnica y el manto \[...\] y me postré muy angustiado» (v.3).

Cayó de rodillas con sus manos extendidas ante el Señor e hizo una oración que sería bueno que usáramos para nosotros mismos y para la iglesia de hoy: «Dios mío, estoy confundido y siento vergüenza de levantar el rostro hacia ti, porque nuestras maldades se han amontonado hasta cubrirnos por completo; nuestra culpa ha llegado hasta el cielo. Desde los días de nuestros antepasados hasta hoy, nuestra culpa ha sido grande. Debido a nuestras maldades, nosotros \[…\] Hemos sufrido la \[...\] humillación» (vv.6–7).

«No nos has abandonado, Dios nuestro» (v.9); no ha desertado de la iglesia de hoy como tampoco desertó del pueblo del tiempo de Esdras.

Oración

Señor, ayúdanos a ser una iglesia pura, lavada por la sangre de Jesús, que alza su voz en favor de aquellos sin voz, proclama el evangelio eterno a las naciones y reconstruye la iglesia en nuestras ciudades y países.

Añadidos de Pippa

Pippa añade

Esdras 9:1–2

¡Aquella parece una reacción un tanto fuerte al hecho de casarse con gente de otros países! No puede ser solo porque sean extranjeros, pues Rut era moabita. Ella es un ejemplo de fidelidad. Y el rey David tenía una ascendencia de un octavo de moabita. Tiene que ser por causa de sus «detestable prácticas» (v.1). Como Salomón se corrompió por sus mujeres, Esdras tuvo que ver que la influencia de aquellas mujeres destruiría completamente la fe del pueblo de Dios.

Versículo del día

Proverbios 31:8

'¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos!'

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Referencias

Notas:

Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está traducida al español, se parafrasea

David Batstone, Not for Sale, (HarperOne, Revised Updated edition, 2010), pp.1, 276, 277

Nigella Lawson, The Times, 28 de mayo de 1997

Global Issues, «Poverty Stats and Facts» by Anup Shah (2013), accessed via http://www.un.org/en/globalissues/briefingpapers/food/vitalstats.shtml

World Health Organisation, «Children: Reducing Mortality» (WHO, 2016), accessed via http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs178/en/

World Health Organisation, «Poverty and Health» (WHO, 2015), accessed via http://www.who.int/hdp/poverty/en/ \[last accessed December 2015\]

Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. «NIV» is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790.

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Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group.

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