La vida en alta definición
Introducción
Inglaterra ganó por última vez la Copa Mundial de Fútbol en 1966, sin embargo, todavía puedo recordar aquel momento. Cuando éramos niños, estábamos viendo el partido en un televisor a blanco y negro. Nunca podíamos conseguir una imagen muy buena pues siempre estaba borrosa y llena de distorsiones. A pesar de esto, estábamos bastante satisfechos con nuestro televisor ya que no conocíamos nada mejor. Un día, descubrimos que todo lo que necesitábamos era ¡una antena exterior! Después de haberla instalado, ya podíamos ver imágenes claras y nítidas. Nuestro entretenimiento mejoró notablemente.
Ahora, no solo tenemos televisión a color, podemos también tener alta definición (HD). No hay líneas difusas o distorsiones y produce una imagen más rica, más fuerte y más vibrante que nunca.
En lugar de blanco y negro o incluso de color, Jesús nos ofrece una vida en alta definición. En griego hay dos términos para la palabra «vida». Una es «bios», de la cual obtenemos la palabra «biológico» que es la condición de estar vivo más que muerto (la mera existencia). La otra palabra es «zoe» que significa la abundante, completa, espaciosa, sincera y rica vida de la que habla Jesús: una vida de satisfacción y propósito. Esta es la vida en alta definición.
Proverbios 11:19-28
19 El que es justo obtiene la vida;
el que persigue el mal se encamina a la muerte.
20 El Señor aborrece a los de corazón perverso,
pero se complace en los que viven con rectitud.
21 Una cosa es segura: Los malvados no quedarán impunes,
pero los justos saldrán bien librados.
22 Como argolla de oro en hocico de cerdo
es la mujer bella pero indiscreta.
23 Los deseos de los justos terminan bien;
la esperanza de los malvados termina mal.
24 Unos dan a manos llenas, y reciben más de lo que dan;
otros ni sus deudas pagan, y acaban en la miseria.
25 El que es generoso prospera;
el que reanima será reanimado.
26 La gente maldice al que acapara el trigo,
pero colma de bendiciones al que gustoso lo vende.
27 El que madruga para el bien, halla buena voluntad;
el que anda tras el mal, por el mal será alcanzado.
28 El que confía en sus riquezas se marchita,
pero el justo se renueva como el follaje.
Comentario
Disfruta de la vida en alta definición
El libro de Proverbios presenta dos caminos: uno lleva a la «muerte» (v.19b), el otro conduce a la «vida» (v.19a). El camino que lleva a la muerte es el camino del mal (v.19b), la perversidad (v.20a), la maldad (v.21a), la mezquindad (v.24b), el acaparamiento (v.26a) y la confianza en la riqueza (28a).
El camino que lleva a la vida es para aquellos que son justos (vv.19,21). Tú eres «justo» por medio de la fe en Jesucristo (Romanos 3:22).
En este pasaje vemos una descripción de cómo es esta vida. No es mera existencia, es una vida en alta definición. Significa disfrutar de la complacencia de Dios (Proverbios 11:20b). Es una vida de liberación (v.21b), «siempre resulta bien» (v.23, DHH).
Cuando eres generoso, «prosperas». Cuando «animas» a los demás, eres «animado» (v.25).
Esto no significa que la vida no tenga dificultades, desafíos y sufrimientos. Pero en última instancia, serás colmado de bendiciones (v.26b). Encontrarás buena voluntad (v.27a) y te renovarás como el follaje (v.28b).
Oración
Juan 5:31-47
Los testimonios a favor del Hijo
31 »Si yo testifico en mi favor, ese testimonio no es válido. 32 Otro es el que testifica en mi favor, y me consta que es válido el testimonio que él da de mí.
33 »Ustedes enviaron a preguntarle a Juan, y él dio un testimonio válido. 34 Y no es que acepte yo el testimonio de un hombre; más bien lo menciono para que ustedes sean salvos. 35 Juan era una lámpara encendida y brillante, y ustedes decidieron disfrutar de su luz por algún tiempo.
36 »El testimonio con que yo cuento tiene más peso que el de Juan. Porque esa misma tarea que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo, y que estoy haciendo, es la que testifica que el Padre me ha enviado. 37 Y el Padre mismo que me envió ha testificado en mi favor. Ustedes nunca han oído su voz, ni visto su figura, 38 ni vive su palabra en ustedes, porque no creen en aquel a quien él envió. 39 Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! 40 Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida.
41 »La gloria humana no la acepto, 42 pero a ustedes los conozco, y sé que no aman realmente a Dios. 43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me aceptan; pero si otro viniera por su propia cuenta, a ése sí lo aceptarían. 44 ¿Cómo va a ser posible que ustedes crean, si unos a otros se rinden gloria pero no buscan la gloria que viene del Dios único?
45 »Pero no piensen que yo voy a acusarlos delante del Padre. Quien los va a acusar es Moisés, en quien tienen puesta su esperanza. 46 Si le creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque de mí escribió él. 47 Pero si no creen lo que él escribió, ¿cómo van a creer mis palabras?
Comentario
Encuentra a Jesús todos los días
Si no vemos que la Biblia trata acerca de Jesús y de la relación con él, su lectura puede fácilmente convertirse en una actividad académica, seca y árida. Pero, una vez que entiendes que todo es acerca de Jesús y que el estudio de la Biblia es una manera de crecer en tu relación con él, se convierte en la fuente de la vida (v.40).
La forma de encontrar la vida es venir a Jesús. En numerosas ocasiones, especialmente en el Evangelio de Juan, Jesús se refiere a esta vida como «vida eterna» (por ejemplo, v.39). La vida eterna proviene de esta relación (v.40) que comienza ahora y continúa para siempre. Esa es la vida en alta definición.
¿Cómo puedes saber que Jesús realmente es quien dice ser? Al igual que en un tribunal de justicia, Jesús llama a cuatro testigos, como prueba de cargo en su caso.
El primer testigo llamado por Jesús es otra persona, concretamente, Juan el Bautista (vv.31-35). Juan vino «como testigo para dar testimonio» (1:7). Hoy en día, hay más personas que nunca (más de dos mil millones) señalando a Jesús como testigos.
El segundo testigo llamado por Jesús es la obra de su propia vida. Este testimonio tiene «más peso» que el primero pues es la «misma tarea que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo» (5:36); esta tarea culmina con la resurrección del Cristo crucificado que grita en la cruz: «Todo se ha cumplido» (19:30).
El tercer testigo llamado por Jesús es el testimonio del Padre (5:37). También puedes experimentar hoy el testimonio del Padre por medio de su Espíritu en tu corazón (15:26).
El cuarto testigo llamado por Jesús son las Escrituras. Toda la Biblia trata acerca de Jesús y comenzar una relación con Él. Jesús dice que «las Escrituras dan testimonio de mí» (5:39, DHH) y continúa explicando lo que «Moisés escribió acerca de mí» (v.46, DHH).
Es posible «estudiar las Escrituras», pero no entender su punto central. Jesús les señala a los líderes religiosos: «Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hayan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida» (vv.39-40).
A pesar de las muchas pruebas acerca él, llegar a Jesús es, en última instancia, un acto de voluntad. Y algunos, indica Jesús, «no quieren venir a mí para tener esa vida» (v.40). ¿Por qué alguien se negaría?
Primero, algunos no están dispuestos a poner a Dios primero en sus vidas (v.42); mientras que otros están más preocupados por lo que la gente piensa que por lo que Dios piensa (v.44). Algunos simplemente se niegan a creer a pesar de las pruebas (v.47). «Si en verdad le creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí» (v.46, NTV).
Jesús toca nuestro pecado fundamental por el que buscamos continuamente el honor, la gloria y la admiración de los demás, y con ello estamos buscamos nuestra propia gloria.
No te preocupes por lo que piensan los demás; lo que importa es qué piensa Dios. Encuentra a Jesús hoy de nuevo y disfruta de la vida abundante, completa, espaciosa, sincera y de alta definición que Jesús ofrece.
Oración
Jueces 7:8-8:35
8 Entonces Gedeón mandó a los demás israelitas a sus carpas, pero retuvo a los trescientos, los cuales se hicieron cargo de las provisiones y de las trompetas de los otros.
El campamento de Madián estaba situado en el valle, más abajo del de Gedeón. 9 Aquella noche el Señor le dijo a Gedeón: «Levántate y baja al campamento, porque voy a entregar en tus manos a los madianitas. 10 Si temes atacar, baja primero al campamento, con tu criado Furá, 11 y escucha lo que digan. Después de eso cobrarás valor para atacar el campamento.»
Así que él y Furá, su criado, bajaron hasta los puestos de los centinelas, en las afueras del campamento. 12 Los madianitas, los amalecitas y todos los otros pueblos del oriente que se habían establecido en el valle eran numerosos como langostas. Sus camellos eran incontables, como la arena a la orilla del mar.
13 Gedeón llegó precisamente en el momento en que un hombre le contaba su sueño a un amigo.
—Tuve un sueño —decía—, en el que un pan de cebada llegaba rodando al campamento madianita, y con tal fuerza golpeaba una carpa que ésta se volteaba y se venía abajo.
14 Su amigo le respondió:
—Esto no significa otra cosa que la espada del israelita Gedeón hijo de Joás. ¡Dios ha entregado en sus manos a los madianitas y a todo el campamento!
15 Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, se inclinó y adoró. Luego volvió al campamento de Israel y ordenó: «¡Levántense! El Señor ha entregado en manos de ustedes el campamento madianita.»
16 Gedeón dividió a los trescientos hombres en tres compañías y distribuyó entre todos ellos trompetas y cántaros vacíos, con antorchas dentro de los cántaros. 17 «Mírenme —les dijo—. Sigan mi ejemplo. Cuando llegue a las afueras del campamento, hagan exactamente lo mismo que me vean hacer. 18 Cuando yo y todos los que están conmigo toquemos nuestras trompetas, ustedes también toquen las suyas alrededor del campamento, y digan: “Por el Señor y por Gedeón.” »
19 Gedeón y los cien hombres que iban con él llegaron a las afueras del campamento durante el cambio de guardia, cuando estaba por comenzar el relevo de medianoche. Tocaron las trompetas y estrellaron contra el suelo los cántaros que llevaban en sus manos. 20 Las tres compañías tocaron las trompetas e hicieron pedazos los cántaros. Tomaron las antorchas en la mano izquierda y, sosteniendo en la mano derecha las trompetas que iban a tocar, gritaron: «¡Desenvainen sus espadas, por el Señor y por Gedeón!» 21 Como cada hombre se mantuvo en su puesto alrededor del campamento, todos los madianitas salieron corriendo y dando alaridos mientras huían.
22 Al sonar las trescientas trompetas, el Señor hizo que los hombres de todo el campamento se atacaran entre sí con sus espadas. El ejército huyó hasta Bet Sitá, en dirección a Zererá, hasta la frontera de Abel Mejolá, cerca de Tabat. 23 Entonces se convocó a los israelitas de Neftalí y Aser, y a toda la tribu de Manasés, y éstos persiguieron a los madianitas. 24 Por toda la región montañosa de Efraín, Gedeón envió mensajeros que decían: «Desciendan contra los madianitas, y apodérense antes que ellos de los vados del Jordán, hasta Bet Bará.»
Se convocó entonces a todos los hombres de Efraín, y éstos se apoderaron de los vados del Jordán, hasta Bet Bará. 25 También capturaron a Oreb y Zeb, los dos jefes madianitas. A Oreb lo mataron en la roca de Oreb, y a Zeb en el lagar de Zeb. Luego de perseguir a los madianitas, llevaron la cabeza de Oreb y de Zeb a Gedeón, que estaba al otro lado del Jordán.
Zeba y Zalmuna
8Los de la tribu de Efraín le dijeron a Gedeón:
—¿Por qué nos has tratado así? ¿Por qué no nos llamaste cuando fuiste a luchar contra los madianitas?
Y se lo reprocharon severamente.
2 —¿Qué hice yo, comparado con lo que hicieron ustedes? —replicó él—. ¿No valen más los rebuscos de las uvas de Efraín que toda la vendimia de Abiezer? 3 Dios entregó en manos de ustedes a Oreb y a Zeb, los jefes madianitas. Comparado con lo que hicieron ustedes, ¡lo que yo hice no fue nada!
Al oír la respuesta de Gedeón, se calmó el resentimiento de ellos contra él.
4 Gedeón y sus trescientos hombres, agotados pero persistiendo en la persecución, llegaron al Jordán y lo cruzaron. 5 Allí Gedeón dijo a la gente de Sucot:
—Denles pan a mis soldados; están agotados y todavía estoy persiguiendo a Zeba y a Zalmuna, los reyes de Madián.
6 Pero los jefes de Sucot le respondieron:
—¿Acaso tienes ya en tu poder las manos de Zeba y Zalmuna? ¿Por qué tendríamos que darle pan a tu ejército?
7 Gedeón contestó:
—¡Está bien! Cuando el Señor haya entregado en mis manos a Zeba y a Zalmuna, les desgarraré a ustedes la carne con espinas y zarzas del desierto.
8 Desde allí subió a Peniel y les pidió lo mismo. Pero los de Peniel le dieron la misma respuesta que los hombres de Sucot. 9 Por eso les advirtió a los hombres de Peniel: «Cuando yo vuelva victorioso, derribaré esta torre.»
10 Zeba y Zalmuna estaban en Carcor con una fuerza de quince mil guerreros, que era todo lo que quedaba de los ejércitos del oriente, pues habían caído en batalla ciento veinte mil soldados. 11 Gedeón subió por la ruta de los nómadas, al este de Noba y Yogbea, y atacó al ejército cuando éste se creía seguro. 12 Huyeron Zeba y Zalmuna, los dos reyes de Madián, pero él los persiguió y los capturó, aterrorizando a todo el ejército.
13 Cuando Gedeón hijo de Joás volvió de la batalla por el paso de Jeres, 14 capturó a un joven de Sucot y lo interrogó. Entonces el joven le anotó los nombres de los setenta y siete jefes y ancianos de Sucot. 15 Luego Gedeón fue y les dijo a los hombres de Sucot: «Aquí están Zeba y Zalmuna, por causa de quienes se burlaron de mí al decir: “¿Acaso tienes ya en tu poder las manos de Zeba y Zalmuna? ¿Por qué tendríamos que darles pan a tus hombres que están agotados?” » 16 Se apoderó de los ancianos de la ciudad, tomó espinos y zarzas del desierto, y castigando con ellos a los hombres de Sucot les enseñó quién era él. 17 También derribó la torre de Peniel y mató a los hombres de la ciudad.
18 Entonces les preguntó a Zeba y a Zalmuna:
—¿Cómo eran los hombres que ustedes mataron en Tabor?
—Parecidos a ti —respondieron ellos—; cada uno de ellos tenía el aspecto de un príncipe.
19 —¡Eran mis hermanos —replicó Gedeón—, los hijos de mi propia madre! Tan cierto como que vive el Señor, si les hubieran perdonado la vida, yo no los mataría a ustedes.
20 Volviéndose a Jéter, su hijo mayor, le dijo:
—¡Vamos, mátalos!
Pero Jéter no sacó su espada, porque era apenas un muchacho y tenía miedo. 21 Zeba y Zalmuna dijeron:
—Vamos, mátanos tú mismo. “¡Al hombre se le conoce por su valentía!”
Gedeón se levantó y mató a Zeba y Zalmuna, y les quitó a sus camellos los adornos que llevaban en el cuello.
El efod de Gedeón
22 Entonces los israelitas le dijeron a Gedeón:
—Gobierna sobre nosotros, y después de ti, tu hijo y tu nieto; porque nos has librado del poder de los madianitas.
23 Pero Gedeón les dijo:
—Yo no los gobernaré, ni tampoco mi hijo. Sólo el Señor los gobernará. 24 Pero tengo una petición —añadió—: que cada uno de ustedes me dé un anillo, de lo que les tocó del botín.
Era costumbre de los ismaelitas usar anillos de oro.
25 —Con mucho gusto te los daremos —le contestaron.
Así que tendieron una manta, y cada hombre echó en ella un anillo de su botín. 26 El peso de los anillos de oro que él les pidió llegó a diecinueve kilos, sin contar los adornos, los aros y los vestidos de púrpura que usaban los reyes madianitas, ni los collares que llevaban sus camellos. 27 Con el oro Gedeón hizo un efod, que puso en Ofra, su ciudad. Todo Israel se prostituyó al adorar allí el efod, el cual se convirtió en una trampa para Gedeón y su familia.
Muerte de Gedeón
28 Los madianitas fueron sometidos delante de los israelitas, y no volvieron a levantar cabeza. Y durante cuarenta años, mientras vivió Gedeón, el país tuvo paz.
29 Yerubaal hijo de Joás regresó a vivir a su casa. 30 Tuvo setenta hijos, pues eran muchas sus esposas. 31 Su concubina que vivía en Siquén también le dio un hijo, a quien Gedeón llamó Abimélec. 32 Gedeón hijo de Joás murió a una edad avanzada y fue sepultado en la tumba de Joás, su padre, en Ofra, pueblo del clan de Abiezer.
33 En cuanto murió Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse ante los ídolos de Baal. Erigieron a Baal Berit como su dios 34 y se olvidaron del Señor su Dios, que los había rescatado del poder de todos los enemigos que los rodeaban. 35 También dejaron de mostrarse bondadosos con la familia de Yerubaal, es decir, Gedeón, no obstante todo lo bueno que él había hecho por Israel.
Comentario
Examina los ejemplos bíblicos
Gedeón aparece en el Nuevo Testamento como un ejemplo de alguien que vivió «por fe» (Hebreos 11:32-33). Él, por lo tanto, recibió una muestra de esta vida en «alta definición».
Gedeón conoció al Señor, que le habló y le aseguró que iba a darle la victoria sobre los madianitas (Jueces 7:9). Gedeón «se postró en adoración \[a Dios\]» (v.15) incluso antes de ganar la batalla. Esto demostró su fe e inspiró a los demás.
Como Joyce Meyer escribe: «Aprender a adorar a Dios antes de que la batalla acapare Su atención, demuestra nuestra fe y nos inspira a aceptar audazmente cualquier desafío que enfrentemos».
Tal era la fe de Gedeón que fue a la batalla solamente con 300 hombres; cada uno llevaba una antorcha en la mano izquierda y una trompeta en la derecha. En palabras de la edición clásica de Amplified Bible «sin dejar oportunidad alguna para usar las espadas» (v.20, AMPC). La fe y la confianza no estaban en ellos mismos
sino en Dios, quien les dio una gran victoria.
Pon toda tu confianza hoy en Dios independientemente de las batallas que enfrentes. Confía en Dios en vez de en tu propia capacidad de hacerles frente. Cualquier cosa que Dios te haya pedido hacer puede parecer imposible para ti, pero no lo es para Él.
Aprende al estudiar el ejemplo de Gedeón.
- Sabiduría en el manejo de la crítica
Cuando «los de la tribu de Efraín le dijeron a Gedeón: \[…\] ¿Por qué no nos llamaste cuando fuiste a luchar contra los madianitas? Y se lo reprocharon severamente» (8:1). Gedeón trató esta crítica con gran tacto y simpatía. Les preguntó: «¿Qué he logrado yo comparado con lo que han hecho ustedes? \[...\]¿Qué he logrado yo en comparación con eso?» (vv.2-3a, NTV). «Al oír la respuesta de Gedeón, se calmó el resentimiento de ellos contra él» (v.3b).
En términos generales, la gente quiere ser valorada por lo que hace, quiere ser incluida en los planes de Dios. La crítica pudo emanar de una persona que se sentía infrautilizada o subestimada. Una vez que los efraimitas se dieron cuenta de que Gedeón los valoraba y los calificaba altamente, su crítica cesó.
A veces, me olvido de la sabiduría de este ejemplo y respondo a la crítica de forma equivocada. Me ha impactado ver cómo con frecuencia la crítica se reduce si vamos a las personas y les decimos: «Necesito tu ayuda» (en efecto, «¿Qué he logrado yo comparado con lo que han hecho ustedes?»).
- Determinación aún estando agotado
«Gedeón y sus trescientos hombres, agotados pero persistiendo en la persecución…» (v.4). Hay momentos en la vida cuando nos sentimos agotados. La mayoría de las veces es aconsejable detenerse, descansar y refrescarse. Pero hay algunas ocasiones en las que simplemente tienes que seguir adelante. Posiblemente, la fortaleza de Gedeón vino del hecho de que el Espíritu del Señor había venido sobre él (6:34).
La vida de Gedeón es muy inspiradora, pero también es una advertencia. Después de su gran victoria, se volvió excesivamente confiado y no consultó a Dios. Tuvo una buena idea, siguió adelante y resultó ser un desastre completo. Hizo un efod de oro que se convirtió en «una trampa para Gedeón y su familia» (8:27).
Aunque Gedeón, como todos nosotros, era un ser humano falible, aparece en Hebreos como una de las grandes personas de fe. Sin embargo, estás en mejor situación que Gedeón: «Dios nos había preparado algo mejor» (Hebreos 11:40). Puedes disfrutar de una vida aún mejor que Gedeón. Puedes disfrutar de una vida abundante, completa, espaciosa y de alta definición por la fe en Jesús.
Oración
Añadidos de Pippa
Pippa añade
Jueces 8:24–35
No es una buena idea pedir una recompensa por hacer el trabajo de Dios. Esto terminó siendo una trampa para Gedeón y su familia. Además, no estoy segura que todas sus esposas y su concubina le hicieran tampoco muho bien. Es triste que, después de todo lo que hizo por Dios, Gedeón no transfirió los caminos de Dios a sus hijos ni a la siguiente generación. Tenemos que finalizar bien.
Versículo del día
Proverbios 11:25
'El que es generoso prospera; el que reanima será reanimado.'
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Referencias
Notas:
Joyce Meyer, La Biblia de la vida diaria, (Casa Creación, 2013)
Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está en español, se parafrasea.
Las citas bíblicas marcadas (AMPC) son tomadas de Amplified Bible, Classic Edition® en inglés, no está traducida al español, se parafrasea.
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