Siete títulos de Jesús
Introducción
El príncipe Carlos de Gran Bretaña, tiene muchos títulos. Es heredero a la Corona, S.A.R. (Su Alteza Real), príncipe de Gales, caballero de la Liga, duque de Cornualles, coronel en jefe del regimiento real de Gales, duque de Rothesay, caballero del Cardo, contralmirante, gran maestro de la orden de Bath, conde de Chester, conde de Carrick, barón de Renfrew, señor de las Islas y príncipe y gran senescal de Escocia.
Los títulos se aplican a las personas en virtud del rango, cargo o mérito. En la Biblia, Jesús recibe muchos más títulos que un príncipe de la realeza. En efecto, aparecen más de cien títulos adjudicados a Jesús.
Es importante recordar que la Biblia en su conjunto gira en torno a Jesús (Juan 5:39). Siete títulos de Jesús emergen de los pasajes de hoy y cada uno revela algo distintivo sobre Él. Te ayudan a ver lo que significa poner a Jesús en el centro de tu vida.
Proverbios 8:1-11
Llamado de la sabiduría
8¿Acaso no está llamando la sabiduría?
¿No está elevando su voz la inteligencia?
2 Toma su puesto en las alturas,
a la vera del camino y en las encrucijadas.
3 Junto a las puertas que dan a la ciudad,
a la entrada misma, grita a voz en cuello:
4 «A ustedes los hombres, los estoy llamando;
dirijo mi voz a toda la humanidad.
5 Ustedes los inexpertos, ¡adquieran prudencia!
Ustedes los necios, ¡obtengan discernimiento!
6 Escúchenme, que diré cosas importantes;
mis labios hablarán con justicia.
7 Mi boca expresará la verdad,
pues mis labios detestan la mentira.
8 Las palabras de mi boca son todas justas;
no hay en ellas maldad ni doblez.
9 Son claras para los entendidos,
e irreprochables para los sabios.
10 Opten por mi instrucción, no por la plata;
por el conocimiento, no por el oro refinado.
11 Vale más la sabiduría que las piedras preciosas,
y ni lo más deseable se le compara.
Comentario
Sabiduría de Dios
Hoy en día muchas personas no tienen ni idea de cómo vivir. Enredan sus matrimonios y otras relaciones. Suelen arruinar su propia vida y la de los demás. Todos necesitamos sabiduría para lograr vivir bien.
¿Dónde se encuentra tal sabiduría? La respuesta del Nuevo Testamento es Jesucristo. San Pablo escribe: «Cristo \[…\] la sabiduría de Dios» (1 Corintios 1:24). La «sabiduría de Dios» es uno de los títulos de Jesús.
En el libro de Proverbios la sabiduría aparece personificada y como mujer (Proverbios 8:1). Se la presenta como lo opuesto a una mujer adúltera que acecha en las esquinas al llegar la noche, expresando susurros secretos y seductores (7:6ss). La sabiduría compite abiertamente contra tal seducción: «Toma su puesto en las alturas, a la vera del camino y en las encrucijadas» (8:2) y ofrece una atracción contraria: una novia pura en lugar de una seductora fatal.
Esto nos indica que la sabiduría no consiste en mero conocimiento: ser sabios es vivir bien. Y el primer paso para vivir bien es establecer los objetivos y las ambiciones correctos. Debes buscar la sabiduría en vez de los placeres sensuales que son representados por la adúltera.
La sabiduría es altamente codiciable. Es mejor que la plata, el oro y las joyas: «Opten por mi instrucción, no por la plata; por el conocimiento, no por el oro refinado. Vale más la sabiduría que las piedras preciosas, y ni lo más deseable se le compara» (vv.10-11).
Si quieres verdadera sabiduría, comienza con establecer una relación con Jesucristo. La sabiduría es mucho más valiosa que cualquier cosa que el mundo pudiera ofrecer.
Dicha relación ejercerá un efecto en la forma en que vives tu vida. Un ejemplo concreto de esta sabiduría es la excelencia en tu forma de hablar (vv.6-9): una comunicación honesta y verdadera, con palabras justas y genuinas (comparar y contrastar las expresiones en Números 20:3-5, las cuales revelan una falta de confianza en Dios).
Oración
Lucas 5:33-6:11
Le preguntan a Jesús sobre el ayuno
33 Algunos dijeron a Jesús:
—Los discípulos de Juan ayunan y oran con frecuencia, lo mismo que los discípulos de los fariseos, pero los tuyos se la pasan comiendo y bebiendo.
34 Jesús les replicó:
—¿Acaso pueden obligar a los invitados del novio a que ayunen mientras él está con ellos? 35 Llegará el día en que se les quitará el novio; en aquellos días sí ayunarán.
36 Les contó esta parábola:
—Nadie quita un retazo de un vestido nuevo para remendar un vestido viejo. De hacerlo así, habrá rasgado el vestido nuevo, y el retazo nuevo no hará juego con el vestido viejo. 37 Ni echa nadie vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, el vino nuevo hará reventar los odres, se derramará el vino y los odres se arruinarán. 38 Más bien, el vino nuevo debe echarse en odres nuevos. 39 Y nadie que haya bebido vino añejo quiere el nuevo, porque dice: “El añejo es mejor.”
Señor del sábado
6Un sábado, al pasar Jesús por los sembrados, sus discípulos se pusieron a arrancar unas espigas de trigo, y las desgranaban para comérselas. 2 Por eso algunos de los fariseos les dijeron:
—¿Por qué hacen ustedes lo que está prohibido hacer en sábado?
3 Jesús les contestó:
—¿Nunca han leído lo que hizo David en aquella ocasión en que él y sus compañeros tuvieron hambre? 4 Entró en la casa de Dios y, tomando los panes consagrados a Dios, comió lo que sólo a los sacerdotes les es permitido comer. Y les dio también a sus compañeros.
5 Entonces añadió:
—El Hijo del hombre es Señor del sábado.
6 Otro sábado entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada; 7 así que los maestros de la ley y los fariseos, buscando un motivo para acusar a Jesús, no le quitaban la vista de encima para ver si sanaría en sábado. 8 Pero Jesús, que sabía lo que estaban pensando, le dijo al hombre de la mano paralizada:
—Levántate y ponte frente a todos.
Así que el hombre se puso de pie. Entonces Jesús dijo a los otros:
9 —Voy a hacerles una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?
10 Jesús se quedó mirando a todos los que lo rodeaban, y le dijo al hombre:
—Extiende la mano.
Así lo hizo, y la mano le quedó restablecida. 11 Pero ellos se enfurecieron y comenzaron a discutir qué podrían hacer contra Jesús.
Comentario
El novio
El título de «novio» se utiliza en el Antiguo Testamento en referencia a Dios mismo, «como un novio que se regocija por su novia, así tu Dios se regocijará por ti» (Isaías 6:25).
Jesús, al usar esta imagen (Lucas 5:34), se pone a sí mismo en el lugar de Dios, no de forma ostentosa sino casi incidental. Para Él era una sustitución perfectamente natural. La presunción de Jesús de un rol divino es aún más impresionante.
La imagen de Jesús como el novio y nosotros la novia es una de las más significativas (ver Efesios 5:23). También es una imagen que señala hacia la consumación última de tu relación con Jesús cuando Él regrese. Eres llamado a prepararte con el mismo cuidado y amor como una novia se prepara para su día de bodas, particularmente focalizándote en «las acciones justas» (ver Apocalipsis 19:6-9).
La enseñanza de Jesús es radicalmente nueva. No puede ajustarse a las formas de pensamiento ni a los patrones de conducta de los fariseos (Lucas 5:36-39).
Señor, gracias porque me llamas a una relación íntima contigo y te regocijas por mí como un novio se alegra con su esposa. Quiero responder con mi amor y mi adoración.
3. Hijo de Hombre
Esta era la forma favorita de Jesús de referirse a sí mismo (ver, por ejemplo, Lucas 6:5). Se trata de un título mesiánico. Daniel 7 habla de «alguien parecido a un hijo de hombre» (Daniel 7:13, DHH) y al parecer este aspecto de la comprensión de Jesús de su identidad y misión proceden de dicho pasaje. Es un título que combina autoridad y poder con humildad y sufrimiento.
Nos recuerda tanto el amor de Jesús por nosotros como su autoridad sobre nuestra vida. A menudo podemos enfocarnos en lo primero sin prestar suficiente atención a lo segundo. Sométete a la autoridad de Jesús, obedeciendo su enseñanza y siguiéndolo hacia donde Él te guíe.
Señor, gracias porque Tú eres el Hijo del Hombre que sufrió por mí en la cruz.
4. Señor
Jesús reinterpreta el Antiguo Testamento. Los fariseos preguntan: «¿Por qué hacen ustedes lo que está prohibido hacer en sábado?» (Lucas 6:2). Jesús responde citando un ejemplo del Antiguo Testamento (vv.3-4). Muestra desde una lectura amplia del Antiguo Testamento que la comprensión de los fariseos con respecto al día de reposo era demasiado reducida.
Él sana un nombre en el día de reposo y pregunta: «¿Qué está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?» (v.9). En otras palabras, mira detrás de la letra de la ley al espíritu de la ley y muestra que como «Señor del sábado» (v.5) no está limitado por la letra de la ley.
Jesús es radical en su reinterpretación del Antiguo Testamento y nosotros debemos leer el Antiguo Testamento por medio de esa lente. Debemos entenderlo a la luz del hecho de lo que dice Jesús: «¡Y son ellas \[las Escrituras\] las que dan testimonio en mi favor!» (Juan 5:39). En nuestro pasaje del Antiguo Testamento veremos esto de tres maneras particulares.
Oración
Números 19:1-21:3
Purificación de los impuros
19El Señor les dijo a Moisés y a Aarón: 2 «El siguiente estatuto forma parte de la ley que yo, el Señor, he promulgado: Los israelitas traerán una vaca de piel rojiza, sin defecto, y que nunca haya llevado yugo. 3 La entregarán al sacerdote Eleazar, quien ordenará que la saquen fuera del campamento y que en su presencia la degüellen. 4 Después el sacerdote Eleazar mojará el dedo en la sangre y rociará siete veces en dirección a la Tienda de reunión. 5 Hará también que la vaca sea incinerada en su presencia. Se quemará la piel, la carne y la sangre, junto con el excremento. 6 Luego el sacerdote tomará ramas de cedro y de hisopo, y un paño escarlata, y lo echará al fuego donde se incinere la vaca. 7 Finalmente, el sacerdote lavará sus vestidos y se bañará. Después de eso podrá volver al campamento, pero quedará impuro hasta el anochecer. 8 El que incinere la vaca lavará también sus vestidos y se bañará, y quedará impuro hasta el anochecer.
9 »Un hombre ritualmente puro recogerá las cenizas de la vaca, y las llevará a un lugar puro fuera del campamento. Allí se depositarán las cenizas para que la comunidad israelita las use como sacrificio expiatorio, junto con el agua de purificación. 10 El que recoja las cenizas de la vaca lavará también sus vestidos, y quedará impuro hasta el anochecer. Éste será un estatuto perpetuo para los israelitas y para los extranjeros que vivan entre ellos.
El uso del agua de la purificación
11 »Quien toque el cadáver de alguna persona, quedará impuro siete días. 12 Para purificarse, los días tercero y séptimo usará el agua de la purificación, y así quedará puro. Pero si no se purifica durante esos días, quedará impuro.
13 »Quien toque el cadáver de alguna persona, y no se purifique, contamina el santuario del Señor. Tal persona será eliminada de Israel, pues habrá quedado impura por no haber recibido las aguas de purificación.
14 »Ésta es la ley que se aplicará cuando alguien muera en alguna de las tiendas: Todo el que entre en la tienda, y todo el que se encuentre en ella, quedará impuro siete días. 15 Toda vasija que no haya estado bien tapada también quedará impura.
16 »Quien al pasar por un campo toque el cadáver de alguien que haya sido asesinado o que haya muerto de muerte natural, o toque huesos humanos o un sepulcro, quedará impuro siete días.
17 »Para purificar a la persona que quedó impura, en una vasija se pondrá un poco de la ceniza del sacrificio expiatorio, y se le echará agua fresca. 18 Después de eso, alguien ritualmente puro tomará hisopo, lo mojará en el agua, y rociará la tienda y todos sus utensilios, y a todos los que estén allí. También se rociará al que haya tocado los huesos humanos, el sepulcro o el cadáver de alguien que haya sido asesinado o que haya muerto de muerte natural. 19 El hombre ritualmente puro rociará a la persona impura los días tercero y séptimo. Al séptimo día, purificará a la persona impura, la cual lavará sus vestidos y se bañará. Así quedará purificada al anochecer. 20 Pero si la persona impura no se purifica, será eliminada de la comunidad por haber contaminado el santuario del Señor. Tal persona habrá quedado impura por no haber recibido las aguas de purificación. 21 Éste es un estatuto perpetuo para Israel.
»El que rocía con las aguas de purificación también lavará sus vestidos, y quien toque el agua de purificación quedará impuro hasta el anochecer. 22 Todo lo que el impuro toque quedará impuro, y quien lo toque a él, también quedará impuro.»
El agua de la roca
20Toda la comunidad israelita llegó al desierto de Zin el mes primero, y acampó en Cades. Fue allí donde Miriam murió y fue sepultada.
2 Como hubo una gran escasez de agua, los israelitas se amotinaron contra Moisés y Aarón, 3 y le reclamaron a Moisés: «¡Ojalá el Señor nos hubiera dejado morir junto con nuestros hermanos! 4 ¿No somos acaso la asamblea del Señor? ¿Para qué nos trajiste a este desierto, a morir con nuestro ganado? 5 ¿Para qué nos sacaste de Egipto y nos metiste en este horrible lugar? Aquí no hay semillas, ni higueras, ni viñas, ni granados, ¡y ni siquiera hay agua!»
6 Moisés y Aarón se apartaron de la asamblea y fueron a la entrada de la Tienda de reunión, donde se postraron rostro en tierra. Entonces la gloria del Señor se manifestó ante ellos, 7 y el Señor le dijo a Moisés: 8 «Toma la vara y reúne a la asamblea. En presencia de ésta, tú y tu hermano le ordenarán a la roca que dé agua. Así harán que de ella brote agua, y darán de beber a la asamblea y a su ganado.»
9 Tal como el Señor se lo había ordenado, Moisés tomó la vara que estaba ante el Señor. 10 Luego Moisés y Aarón reunieron a la asamblea frente a la roca, y Moisés dijo: «¡Escuchen, rebeldes! ¿Acaso tenemos que sacarles agua de esta roca?» 11 Dicho esto, levantó la mano y dos veces golpeó la roca con la vara, ¡y brotó agua en abundancia, de la cual bebieron la asamblea y su ganado!
12 El Señor les dijo a Moisés y a Aarón: «Por no haber confiado en mí, ni haber reconocido mi santidad en presencia de los israelitas, no serán ustedes los que lleven a esta comunidad a la tierra que les he dado.»
13 A estas aguas se les conoce como la fuente de Meribá, porque fue allí donde los israelitas le hicieron reclamaciones al Señor, y donde él manifestó su santidad.
Edom le niega el paso a Israel
14 Desde Cades, Moisés envío emisarios al rey de Edom, con este mensaje:
«Así dice tu hermano Israel: “Tú conoces bien todos los sufrimientos que hemos padecido. 15 Sabes que nuestros antepasados fueron a Egipto, donde durante muchos años vivimos, y que los egipcios nos maltrataron a nosotros y a nuestros padres. 16 También sabes que clamamos al Señor, y que él escuchó nuestra súplica y nos envió a un ángel que nos sacó de Egipto.
» ”Ya estamos en Cades, población que está en las inmediaciones de tu territorio. 17 Sólo te pedimos que nos dejes cruzar por tus dominios. Te prometo que no entraremos en ningún campo ni viña, ni beberemos agua de ningún pozo. Nos limitaremos a pasar por el camino real, sin apartarnos de él para nada, hasta que salgamos de tu territorio.” »
18 Pero el rey de Edom le mandó a decir:
«Ni siquiera intenten cruzar por mis dominios; de lo contrario, saldré con mi ejército y los atacaré.»
19 Los israelitas insistieron:
«Sólo pasaremos por el camino principal, y si nosotros o nuestro ganado llegamos a beber agua de tus pozos, te lo pagaremos. Lo único que pedimos es que nos permitas pasar por él.»
20 El rey fue tajante en su respuesta:
«¡Por aquí no pasarán!»
Y salió contra ellos con un poderoso ejército, 21 resuelto a no dejarlos cruzar por su territorio. Así que los israelitas se vieron obligados a ir por otro camino.
Muerte de Aarón
22 Toda la comunidad israelita partió de Cades y llegó al monte Hor, 23 cerca de la frontera de Edom. Allí el Señor les dijo a Moisés y a Aarón: 24 «Pronto Aarón partirá de este mundo, de modo que no entrará en la tierra que les he dado a los israelitas porque ustedes dos no obedecieron la orden que les di en la fuente de Meribá. 25 Así que lleva a Aarón y a su hijo al monte Hor. 26 Allí le quitarás a Aarón sus vestiduras sacerdotales, y se las pondrás a su hijo Eleazar, pues allí Aarón se reunirá con sus antepasados.»
27 Moisés llevó a cabo lo que el Señor le ordenó. A la vista de todo el pueblo, los tres subieron al monte Hor. 28 Moisés le quitó a Aarón las vestiduras sacerdotales, y se las puso a Eleazar. Allí, en la cumbre del monte, murió Aarón. Luego Moisés y Eleazar descendieron del monte. 29 Y cuando el pueblo se enteró de que Aarón había muerto, lo lloró treinta días.
Derrota de Arad
21Cuando el cananeo que reinaba en la ciudad de Arad y vivía en el Néguev se enteró de que los israelitas venían por el camino de Atarín, los atacó y capturó a algunos de ellos. 2 Entonces el pueblo de Israel hizo este voto al Señor: «Si tú nos aseguras la victoria sobre este enemigo, destruiremos por completo sus ciudades.» 3 El Señor atendió a la súplica de los israelitas y les concedió la victoria sobre los cananeos, a los que destruyeron por completo, junto con sus ciudades. Por eso a aquel lugar se le llamó Jormá.
Comentario
Mediador
Estos pasajes sobre la sangre de machos cabríos y novillos y las «cenizas de la vaca» (19:9) anticipan la muerte de Jesús en la cruz en nuestro lugar.
El escritor de Hebreos llama la atención sobre estos sacrificios, pero luego explica: «Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien por medio del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, a fin de que sirvamos al Dios viviente! Por eso Cristo es mediador» (Hebreos 9:14-15a).
Gracias, Señor, porque «hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos» (1 Timoteo 2:5-6).
6. Roca
Dios le dice a Moisés que saque agua de la roca. Moisés golpea la roca dos veces y entonces fluye el agua para todos los que deseen beber (Números 20:1-11). «…brotó agua en abundancia…» (v.11).
El apóstol Pablo también nos habla de cómo interpretar el agua que fluye de la roca. Dice: «Todos \[…\] tomaron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo» (1 Corintios 10:3-4). Él es aquel que sacia nuestra sed. Las cosas materiales por sí solas no satisfacen.
Dios es muy generoso con nosotros. El agua no fluyó de forma limitada sino de manera abundante. Jesús vino para darte vida en abundancia (Juan 10:10). Promete satisfacer tu sed espiritual con «ríos de agua viva» (7:37-38).
Señor, mi roca, gracias porque satisfaces mi sed spiritual. Oro para que pueda llevar el agua de vida a los demás, por medio del Espíritu Santo en mí.
7. Sumo sacerdote
Jesús es el «gran sumo sacerdote» (Hebreos 4:14) que vive para siempre para interceder por nosotros. La muerte de Aarón (Números 20:28-29) nos recuerda que una de las debilidades del sacerdocio levítico era que los sacerdotes morían.
El escritor de Hebreos contrasta a dichos sacerdotes, como Aarón, cuya «muerte les impedía seguir ejerciendo sus funciones», con Jesús, que «permanece para siempre» y «su sacerdocio es imperecedero. Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos» (Hebreos 7:23-25).
Esto nos recuerda de la certeza que podemos tener en nuestra fe. No tenemos que preocuparnos sobre si somos lo suficientemente buenos. Podemos tener la confianza plena en la salvación que tenemos en Jesús.
Oración
Añadidos de Pippa
Pippa añade:
Lucas 6:1-11
No tenemos por qué sentir culpa con respecto a tomarnos un día libre. Descansa, recobra las fuerzas ¡y disfruta!
Versículo del día
Proverbios 8:10-11a
'Opten por mi instrucción, no por la plata; por el conocimiento, no por el oro refinado. Vale más la sabiduría que las piedras preciosas.'
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Referencias
Notas:
Sitio oficial de la monarquía británica: http://www.royal.gov.uk/ThecurrentRoyalFamily/ThePrinceofWales/Stylesandtitles.aspx \[último acceso en febrero de 2015\]