Los buenos planes de Dios para tu futuro
Introducción
Los futurólogos son personas que hacen predicciones acerca del futuro. Una de sus predicciones sostiene que algunos de los bebés que han nacido ahora, vivirán hasta la madura edad de 150 años. La revista Wired recientemente predijo que el reemplazo de comidas con parches (llevando un paso más allá lo de los parches de nicotina) existirán para 2018 y para 2020 habrá una nueva moneda financiera, ¡usada para las compras en el espacio!
Algunos buscan a los futurólogos para saber lo que sucederá en el futuro, otros van más allá. Alguna gente lee sus horóscopos porque quiere saber lo que deparará el futuro. En palabras de The Message, Jeremías advierte en el pasaje de hoy: «No escuchen ni por un minuto… a los espiritista y los adivinos, que afirman que conocen el futuro» (Jeremías 27:9, MSG).
Dios es el único que verdaderamente conoce el futuro al ser quien tiene en Sus manos el pasado, presente y futuro. Gran parte de este está oculto a nuestros ojos. Pero hay ciertas cosas acerca del futuro que Dios te cuenta.
Salmos 119:25-32
25 Postrado estoy en el polvo;
dame vida conforme a tu palabra.
26 Tú me respondiste cuando te hablé de mis caminos.
¡Enséñame tus decretos!
27 Hazme entender el camino de tus preceptos,
y meditaré en tus maravillas.
28 De angustia se me derrite el alma:
susténtame conforme a tu palabra.
29 Manténme alejado de caminos torcidos;
concédeme las bondades de tu ley.
30 He optado por el camino de la fidelidad,
he escogido tus juicios.
31 Yo, Señor, me apego a tus estatutos;
no me hagas pasar vergüenza.
32 Corro por el camino de tus mandamientos,
porque has ampliado mi modo de pensar.
Comentario
1. Tu futuro es libertad
El estudio de la historia nos ayuda a predecir el futuro. Como dijo en una ocasión Winston Churchill: «Para entender el futuro, hemos de entender el pasado».
Amo los salmos porque tienen una gran honestidad, realismo y autenticidad. El salmista no disfraza sus sentimientos. Habla abiertamente y de forma expuesta sobre ellos: «Postrado estoy en el polvo» (v.25a).
Todos tenemos que enfrentarnos a la tentación, el pecado, las dificultades, las angustias, los miedos, las esperanzas y los deseos. El salmista dice: «Tú me respondiste cuando te hablé de mis caminos» (v.26a). Despliega su caso ante el Señor, abriéndole su corazón con sinceridad. Hay momentos de profunda angustia: «De angustia se me derrite el alma» (v.28a).
¿Cómo responde ante todas estas dificultades? Orando así: «dame vida conforme a tu palabra» (v.25b). Medita en la palabra de Dios (v.27b) y ora: «Susténtame conforme a tu palabra. Mantenme alejado de caminos torcidos; concédeme las bondades de tu ley» (vv.28b-29).
Decídete a seguir los caminos de Dios en todo, pero no por obligación o por culpabilidad. Elige correr por el camino de los mandamientos de Dios, porque tú le das libertad a mi corazón. (v.32, RVA-2015).
Oración
2 Tesalonicenses 1:1-12
1Pablo, Silvano y Timoteo,
a la iglesia de los tesalonicenses, unida a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo:
2 Que Dios el Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.
Acción de gracias y oración
3 Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque su fe se acrecienta cada vez más, y en cada uno de ustedes sigue abundando el amor hacia los otros. 4 Así que nos sentimos orgullosos de ustedes ante las iglesias de Dios por la perseverancia y la fe que muestran al soportar toda clase de persecuciones y sufrimientos. 5 Todo esto prueba que el juicio de Dios es justo, y por tanto él los considera dignos de su reino, por el cual están sufriendo.
6 Dios, que es justo, pagará con sufrimiento a quienes los hacen sufrir a ustedes. 7 Y a ustedes que sufren, les dará descanso, lo mismo que a nosotros. Esto sucederá cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo entre llamas de fuego, con sus poderosos ángeles, 8 para castigar a los que no conocen a Dios ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús. 9 Ellos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor y de la majestad de su poder, 10 el día en que venga para ser glorificado por medio de sus santos y admirado por todos los que hayan creído, entre los cuales están ustedes porque creyeron el testimonio que les dimos.
11 Por eso oramos constantemente por ustedes, para que nuestro Dios los considere dignos del llamamiento que les ha hecho, y por su poder perfeccione toda disposición al bien y toda obra que realicen por la fe. 12 Oramos así, de modo que el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado por medio de ustedes, y ustedes por él, conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Comentario
2. Tú futuro está asegurado
Jesús va a regresar; su segunda venida es lo más importante que hay que saber acerca del futuro. Es algo que cambia todo acerca de cómo vivir tu vida ahora e infunde esperanza a cada momento del presente. Nadie sabe exactamente cuándo ocurrirá; por eso, vive cada día como si él fuera a regresar hoy, haciendo aquello que él querría que estuvieras haciendo.
Pablo comienza su carta diciendo: «Que Dios el Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz» (v.2). Da gracias a Dios por el crecimiento de ellos: «Debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque su fe se acrecienta cada vez más, y en cada uno de ustedes sigue abundando el amor hacia los otros. Así que nos sentimos orgullosos de ustedes» (vv.3-4).
En el Nuevo Testamento se hace muchísimo énfasis en el crecimiento espiritual. No estás hecho para quedarte quieto, tu fe y tu amor deben crecer. Dios está intentando fortalecer los músculos de tu fe. ¿Se está volviendo más fuerte tu fe? ¿Está aumentando tu amor? ¿Reaccionas de forma diferente ahora que hace dos o tres años?
Con mucha frecuencia, son nuestras dificultades más que nuestros «éxitos» lo que nos hace más fuertes. La fe y el amor de los tesalonicenses crecían a pesar de las persecuciones y las pruebas por las que estaban pasando, o quizás incluso por causa de ellas (v.4).
Pablo les dice que en el futuro Dios pondrá las cosas en su sitio (vv.6-7). En palabras de The Message, «la justicia está de camino» (v.6, MSG). Cuando Jesús regrese, ejecutará un juicio que será perfectamente justo: «Esto sucederá cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo entre llamas de fuego, con sus poderosos ángeles» (v.7).
Dios desea que toda la gente se arrepienta y llegue al conocimiento de la verdad (1 Timoteo 2:4), pero advierte de que les llegará el juicio a aquellos que persisten en rechazar el conocimiento de Dios a lo largo de su vida, y no obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesucristo (2 Tesalonicenses 1:8). Este era el caso de los que perseguían a los tesalonicenses, quienes se iban a perder la posibilidad de la vida eterna.
Lo opuesto a la vida eterna es la «destrucción» y ser echado «lejos de la presencia del Señor» (v.9). Aquellos que conocen a Dios y obedecen el evangelio experimentarán Su presencia y Su majestad hasta la eternidad «el día en que venga para ser glorificado por medio de sus santos y admirado por todos los que hayan creído» (v.10a). Pablo dice que esto incluye a los tesalonicenses «porque creyeron el testimonio que les dimos» (v.10b). Su futuro a largo plazo está totalmente asegurado.
Su respuesta al evangelio determinó su futuro. El mensaje del evangelio es urgente; el evangelio solo son buenas noticias si llegan a tiempo.
En lo que respecta al futuro a corto plazo, Pablo escribe: «Oramos constantemente por ustedes, para que nuestro Dios los considere dignos del llamamiento que les ha hecho, y por su poder perfeccione toda disposición al bien y toda obra que realicen por la fe» (v.11).
No te quedes sentado, simplemente esperando a que Jesús regrese. Dios tiene un «buena voluntad» para tu vida. Él te ha llamado, poniendo ideas en tu corazón y trabaja en ti, tanto en el deseo como en la acción, para que actúes de acuerdo a Su buena voluntad (Filipenses 2:13).
En todo esto, Pablo ora para que el nombre de Jesús sea glorificado: «Oramos así, de modo que el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado por medio de ustedes, y ustedes por él» (2 Tesalonicenses 1:12).
Oración
Jeremías 27:1-29:23
Parábola del yugo
27Al comienzo del reinado de Sedequías hijo de Josías, rey de Judá, vino a Jeremías esta palabra del Señor:
2 Así me dijo el Señor: «Hazte un yugo y unas correas, y póntelos sobre el cuello. 3 Envía luego a los reyes de Edom, Moab, Amón, Tiro y Sidón, un mensaje por medio de los mensajeros que vienen a Jerusalén para ver a Sedequías, rey de Judá. 4 Entrégales este mensaje para sus señores: “Así dice el SeñorTodopoderoso, el Dios de Israel: ‘Digan a sus señores: 5 Yo, con mi gran poder y mi brazo poderoso, hice la tierra, y los hombres y los animales que están sobre ella, y puedo dárselos a quien me plazca. 6 Ahora mismo entrego todos estos países en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y hasta las bestias del campo las he puesto bajo su poder. 7 Todas las naciones le servirán a él, y a su hijo y a su nieto, hasta que también a su país le llegue la hora y sea sometido por numerosas naciones y grandes reyes. 8 Y si alguna nación o reino rehúsa someterse a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y no dobla el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, yo castigaré a esa nación con espada, hambre y pestilencia, hasta que Nabucodonosor la destruya por completo —afirma el Señor —.
9 »“’Por tanto, no les hagan caso a sus profetas ni a sus adivinos, intérpretes de sueños, astrólogos y hechiceros, que les dicen que no se sometan al rey de Babilonia. 10 Las mentiras que ellos les profetizan sólo sirven para que ustedes se alejen de su propia tierra, y para que yo los expulse y mueran. 11 En cambio, a la nación que doble el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y se someta a él —afirma el Señor —, yo la dejaré en su propia tierra para que la trabaje y viva en ella.’” »
12 A Sedequías, rey de Judá, le dije lo mismo: «Doblen el cuello bajo el yugo del rey de Babilonia; sométanse a él y a su pueblo, y seguirán con vida. 13 ¿Para qué van a morir tú y tu pueblo por la espada, el hambre y la pestilencia, tal como lo ha prometido el Señor a toda nación que no se someta al rey de Babilonia? 14 No le hagan caso a las palabras de los profetas que les dicen que no se sometan al rey de Babilonia, porque lo que les profetizan son mentiras. 15 “¡Yo no los envié! —afirma el Señor —. Ellos profetizan mentiras en mi nombre, que sólo servirán para que yo los expulse a ustedes, y mueran tanto ustedes como sus profetas.” »
16 También les comuniqué a los sacerdotes y a todo el pueblo que así dice el Señor:
«No les hagan caso a los profetas que les aseguran que muy pronto les serán devueltos de Babilonia los utensilios de la casa del Señor. ¡Tales profecías son puras mentiras! 17 No les hagan caso. Sométanse al rey de Babilonia, y seguirán con vida. ¿Por qué ha de convertirse en ruinas esta ciudad? 18 Si de veras son profetas y tienen palabra del Señor, que le supliquen al Señor Todopoderoso que no sean llevados a Babilonia los utensilios que aún quedan en la casa del Señor, y en el palacio del rey de Judá y en Jerusalén.
19 »En cuanto a las columnas, la fuente de agua, las bases y los demás utensilios que quedaron en esta ciudad, 20 los cuales no se llevó Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando deportó de Jerusalén a Babilonia a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, junto con todos los nobles de Judá y Jerusalén, 21 es decir, en cuanto a los utensilios que quedaron en la casa del Señor y en el palacio del rey de Judá y en Jerusalén, así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: 22 “Todo esto será llevado a Babilonia —afirma el Señor —, y allí permanecerá hasta el día en que yo lo vaya a buscar y lo devuelva a este lugar.” »
Jananías, el falso profeta
28En el quinto mes de ese mismo año cuarto, es decir, al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, el profeta Jananías hijo de Azur, que era de Gabaón, me dijo en la casa del Señor, en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo:
2 —Así dice el SeñorTodopoderso, el Dios de Israel: “Voy a quebrar el yugo del rey de Babilonia. 3 Dentro de dos años devolveré a este lugar todos los utensilios que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se llevó de la casa del Señor a Babilonia. 4 También haré que vuelvan a este lugar Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, y todos los que fueron deportados de Judá a Babilonia. ¡Voy a quebrar el yugo del rey de Babilonia! Yo, el Señor, lo afirmo.”
5 En presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo que estaba en la casa del Señor, el profeta Jeremías le respondió al profeta Jananías:
6 —¡Amén! Que así lo haga el Señor. Que cumpla el Señor las palabras que has profetizado. Que devuelva a este lugar los utensilios de la casa del Señor y a todos los que fueron deportados a Babilonia. 7 Pero presta atención a lo que voy a decirles a ti y a todo el pueblo: 8 Los profetas que nos han precedido profetizaron guerra, hambre y pestilencia contra numerosas naciones y grandes reinos. 9 Pero a un profeta que anuncia paz se le reconoce como profeta verdaderamente enviado por el Señor, sólo si se cumplen sus palabras.
10 Entonces el profeta Jananías tomó el yugo que estaba sobre el cuello del profeta Jeremías, y lo quebró. 11 Y dijo en presencia de todo el pueblo:
—Así dice el Señor: “De esta manera voy a quebrar, dentro de dos años, el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que pesa sobre el cuello de todas las naciones.”
El profeta Jeremías, por su parte, optó por seguir su camino.
12 Algún tiempo después de que el profeta Jananías quebrara el yugo que pesaba sobre el cuello de Jeremías, la palabra del Señor vino a este profeta:
13 «Ve y adviértele a Jananías que así dice el Señor: “Tú has quebrado un yugo de madera, pero yo haré en su lugar un yugo de hierro. 14 Porque así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: ‘Voy a poner un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para someterlas a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y ellas se sujetarán a él. También a las bestias del campo las someteré a su poder.’” »
15 Entonces el profeta Jeremías le dijo al profeta Jananías:
—Presta mucha atención. A pesar de que el Señor no te ha enviado, tú has hecho que este pueblo confíe en una mentira. 16 Por eso, así dice el Señor: “Voy a hacer que desaparezcas de la faz de la tierra. Puesto que has incitado a la rebelión contra el Señor, este mismo año morirás.”
17 En efecto, el profeta Jananías murió en el mes séptimo de ese mismo año.
Carta a los exiliados
29Ésta es la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos que estaban en el exilio, a los sacerdotes y los profetas, y a todo el pueblo que Nabucodonosor había desterrado de Jerusalén a Babilonia. 2 Esto sucedió después de que el rey Jeconías había salido de Jerusalén, junto con la reina madre, los eunucos, los jefes de Judá y de Jerusalén, los artesanos y los herreros. 3 La carta fue enviada por medio de Elasá hijo de Safán, y de Guemarías hijo de Jilquías, a quienes Sedequías, rey de Judá, había enviado al rey Nabucodonosor, rey de Babilonia. La carta decía:
4 Así dice el SeñorTodopoderoso, el Dios de Israel, a todos los que he deportado de Jerusalén a Babilonia: 5 «Construyan casas y habítenlas; planten huertos y coman de su fruto. 6 Cásense, y tengan hijos e hijas; y casen a sus hijos e hijas, para que a su vez ellos les den nietos. Multiplíquense allá, y no disminuyan. 7 Además, busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado, y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad.» 8 Así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: «No se dejen engañar por los profetas ni por los adivinos que están entre ustedes. No hagan caso de los sueños que ellos tienen. 9 Lo que ellos les profetizan en mi nombre es una mentira. Yo no los he enviado», afirma el Señor.
10 Así dice el Señor: «Cuando a Babilonia se le hayan cumplido los setenta años, yo los visitaré; y haré honor a mi promesa en favor de ustedes, y los haré volver a este lugar. 11 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. 12 Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. 13 Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. 14 Me dejaré encontrar —afirma el Señor —, y los haré volver del cautiverio. Yo los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde los haya dispersado, y los haré volver al lugar del cual los deporté», afirma el Señor.
15 Ustedes podrán decir: «El Señor nos ha dado profetas en Babilonia», 16 pero esto es lo que dice el Señor acerca del rey que ocupa el trono de David, y acerca de todo el pueblo que aún queda en esta ciudad, es decir, de sus hermanos que no fueron con ustedes al exilio. 17 Así dice el Señor Todopoderoso: «Voy a mandar contra ellos la espada, el hambre y la pestilencia. Haré que sean como higos podridos, que de tan malos no se pueden comer. 18 Los perseguiré con espada, hambre y pestilencia, y haré que sean motivo de espanto para todos los reinos de la tierra, y que sean maldición y objeto de horror, de burla y de escarnio en todas las naciones por donde yo los disperse. 19 Porque ustedes no han escuchado ni han hecho caso de las palabras que, una y otra vez, les envié por medio de mis siervos los profetas —afirma el Señor —.
20 »Pero ahora todos ustedes los exiliados que hice deportar de Jerusalén a Babilonia, ¡obedezcan mi palabra!» 21 Así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel, acerca de Acab hijo de Colaías, y de Sedequías hijo de Maseías, que les profetizan una mentira en mi nombre: «Voy a entregarlos en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará ante sus propios ojos. 22 Por culpa de ellos, todos los deportados de Judá que están en Babilonia pronunciarán esta maldición: “Que haga el Señor contigo lo mismo que hizo con Sedequías y Acab, a quienes el rey de Babilonia asó en el fuego.” 23 Porque cometieron una infamia en Israel: adulteraron con la mujer de su prójimo y dijeron mentiras en mi nombre, cosas que jamás les ordené. Yo lo sé, y de eso soy testigo», afirma el Señor.
Comentario
3. Tu futuro está lleno de esperanza
Este pasaje contiene una de las más promesas de Dios más maravillosas y más citadas sobre Sus planes de futuro para nuestras vidas.
Pero a su alrededor había falsos profetas como Jananías. Jeremías era un verdadero profeta que escuchó la palabra del Señor: «Un profeta que anuncia paz se le reconoce como profeta verdaderamente enviado por el Señor solo si se cumplen sus palabras» (28:9). Las predicciones de Jananías no se cumplieron porque el Señor no lo había enviado (v.15).
Las profecías de Jeremías sí que se cumplieron. El pueblo de Dios marchó al exilio como él les había advertido.
Jeremías anuncia el mensaje del Señor a su pueblo en el exilio. Les dice: «Busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado, y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad» (29:7).
Aquí se da un importante principio. Por lo general, debes buscar la paz y la prosperidad del lugar en el que Dios te ha puesto y orar por ello. Esto incluye tu lugar de trabajo, tu iglesia local, tu ciudad y tu nación.
Hay una expresión que dice: «Florece donde has sido plantado». Este pasaje te anima a echar raíces incluso donde te sientes aislado o no te sientes cómodo (como en el exilio). A veces el lugar donde te encuentras no es donde quieres estar, pero si Dios te ha llevado allí, entonces ese lugar debe ser un terreno fértil para que la obra de Dios prospere en ti.
Dios promete a Su pueblo que el exilio terminará: «Cuando a Babilonia se le hayan cumplido los setenta años, yo los visitaré; y haré honor a mi promesa en favor de ustedes, y los haré volver a este lugar» (v.10).
Este es el contexto de las maravillosas promesas: «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes \[…\], planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar» (vv.11-14a).
Dios tiene planes buenos para ti; no son planes para que falles o seas derrotado, sino para que «prosperes». No son planes regulares o mediocres sino que son «buenos, agradables y perfectos» (Romanos 12:2).
Pero Dios no forzará Sus planes en ti sino que necesita de tu cooperación. Si quieres que Sus planes se cumplan en tu vida, tienes que buscarlo a Él. Su promesa es que, si así lo haces, Él te encontrará (Jeremías 29:13-14b). Al pasar tiempo con Él, te volverás como Él y te conducirá hasta los buenos planes que tiene para tu vida.
Oración
Añadidos de Pippa
Pippa añade
Jeremías 29:13–14b
«Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar \[por ustedes\]».
Es muy emocionante ser parte de la nueva temporada de Alpha. Durante estas primeras semanas, la gente ha hablado acerca de su curiosidad y su búsqueda de Dios. Es bueno saber que si ellos buscan a Dios con todo su corazón, Él les promete: «… me dejaré encontrar». Estoy impaciente por ver lo que ocurre.
Versículo del día
Jeremías 29:11
'Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.'
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Referencias
Notas:
Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está traducida a español, se parafrasea.
Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. «NIV» is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790.
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Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group.