Día 172

Lo que importa es el corazón

Sabiduría Proverbios 15:11-20
Nuevo Testamento Hechos 14:8-28
Antiguo Testamento 1 Reyes 8:22-9:9

Introducción

Paul Swala estuvo en prisión en Zambia tras haber sido acusado de traición por formar parte de un golpe de estado contra el gobierno. Durante su estancia en prisión hizo Alpha y se encontró con Jesús, y clamó a Dios para que lo salvara. Declaró: «La sonrisa llenó mi cara y mi corazón se llenó de paz».

De una manera extraordinaria, Paul fue el único del grupo de los sesenta y nueve acusados que fue absuelto. Contó su historia el año antepasado en nuestra conferencia de liderazgo en el Royal Albert Hall con una cara radiante del gozo del Señor. Ha estado en todas y cada una de las prisiones de Zambia compartiendo las buenas noticias de Jesucristo y cómo —incluso en las situaciones más extremas— Jesús puede traer esperanza y cambiar los corazones. Paul declaró: «Nunca he visto un amigo igual a Jesús». Verdaderamente, Dios ha llenado su corazón de alegría.

La palabra «corazón» aparece al menos 17 veces en los pasajes de hoy. La comprensión hebrea de «el corazón» incluía las emociones, pero también la mente, la conciencia y la voluntad. Significa todo aquello que sucede dentro de ti.

Todos los hombres y mujeres que Dios usó grandemente tuvieron sus debilidades y cometieron errores. Pero Dios vio que habían entregado sus corazones a Él. Lo que importa es tu corazón, el cual está «ante el Señor» (Proverbios 15:11). Solo Dios ve y conoce el corazón de todo ser humano (1 Reyes 8:39).

Sabiduría

Proverbios 15:11-20

11 Si ante el Señor están el sepulcro y la muerte,
¡cuánto más el corazón humano!

12 Al insolente no le gusta que lo corrijan,
ni busca la compañía de los sabios.

13 El corazón alegre se refleja en el rostro,
el corazón dolido deprime el espíritu.

14 El corazón entendido va tras el conocimiento;
la boca de los necios se nutre de tonterías.

15 Para el afligido todos los días son malos;
para el que es feliz siempre es día de fiesta.

16 Más vale tener poco, con temor del Señor,
que muchas riquezas con grandes angustias.

17 Más vale comer verduras sazonadas con amor
que un festín de carne sazonada con odio.

18 El que es iracundo provoca contiendas;
el que es paciente las apacigua.

19 El camino del perezoso está plagado de espinas,
pero la senda del justo es como una calzada.

20 El hijo sabio alegra a su padre;
el hijo necio menosprecia a su madre.

Comentario

1. Tu rostro refleja tu corazón

El rostro de algunas personas irradia amor y alegría. Su sonrisa nos da paz y nos reconforta. Otras personas tienen una expresión más agria en su cara y pueden hacernos sentir muy incómodos.

Tu cara suele reflejar tu corazón. «El corazón alegre se refleja en el rostro» (v.13). Recuerdo a un predicador diciendo que la vida que hemos vivido llega a reflejarse en nuestra cara y por lo tanto, ¡toda persona de más de cuarenta años es responsable de su cara!

Incluso aunque logres esconder lo que pasa en tu corazón frente a los que tienes a tu lado, Dios puede verlo: «El corazón humano \[…\] está ante el Señor» (v.11).

A Dios le interesa tu corazón. Este pasaje da algunos sabios consejos sobre cómo alimentar tu corazón: «El corazón entendido va tras el conocimiento» (v.14); «para el que es feliz todos \[los días\] son de fiesta» (v.15b). El autor da un ejemplo de cómo lo de dentro es mucho más importante que lo exterior: «Más vale comer verduras sazonadas con amor que un festín de carne sazonada con odio» (v.17). El amor y la amistad son lo que hacen agradable una velada. La calidad de la comida tiene menos importancia.

Oración

Gracias Señor porque ves más allá de las apariencias externas hasta llegar a mi corazón. Lléname por medio de tu Espíritu, colma mi corazón de gozo. Oro para que mi cara refleje el amor y la alegría que pones en mi corazón y que de ánimo y confianza a todo aquel que encuentre.
Nuevo Testamento

Hechos 14:8-28

En Listra y Derbe

8 En Listra vivía un hombre lisiado de nacimiento, que no podía mover las piernas y nunca había caminado. Estaba sentado, 9 escuchando a Pablo, quien al reparar en él y ver que tenía fe para ser sanado, 10 le ordenó con voz fuerte:

—¡Ponte en pie y enderézate!

El hombre dio un salto y empezó a caminar. 11 Al ver lo que Pablo había hecho, la gente comenzó a gritar en el idioma de Licaonia:

—¡Los dioses han tomado forma humana y han venido a visitarnos!

12 A Bernabé lo llamaban Zeus, y a Pablo, Hermes, porque era el que dirigía la palabra. 13 El sacerdote de Zeus, el dios cuyo templo estaba a las afueras de la ciudad, llevó toros y guirnaldas a las puertas y, con toda la multitud, quería ofrecerles sacrificios.

14 Al enterarse de esto los apóstoles Bernabé y Pablo, se rasgaron las vestiduras y se lanzaron por entre la multitud, gritando:

15 —Señores, ¿por qué hacen esto? Nosotros también somos hombres mortales como ustedes. Las buenas nuevas que les anunciamos es que dejen estas cosas sin valor y se vuelvan al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. 16 En épocas pasadas él permitió que todas las naciones siguieran su propio camino. 17 Sin embargo, no ha dejado de dar testimonio de sí mismo haciendo el bien, dándoles lluvias del cielo y estaciones fructíferas, proporcionándoles comida y alegría de corazón.

18 A pesar de todo lo que dijeron, a duras penas evitaron que la multitud les ofreciera sacrificios.

19 En eso llegaron de Antioquía y de Iconio unos judíos que hicieron cambiar de parecer a la multitud. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, creyendo que estaba muerto. 20 Pero cuando lo rodearon los discípulos, él se levantó y volvió a entrar en la ciudad. Al día siguiente, partió para Derbe en compañía de Bernabé.

El regreso a Antioquía de Siria

21 Después de anunciar las buenas nuevas en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 22 fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían. 23 En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor, en quien habían creído. 24 Atravesando Pisidia, llegaron a Panfilia, 25 y cuando terminaron de predicar la palabra en Perge, bajaron a Atalía.

26 De Atalía navegaron a Antioquía, donde se los había encomendado a la gracia de Dios para la obra que ya habían realizado. 27 Cuando llegaron, reunieron a la iglesia e informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos, y de cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. 28 Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.

Comentario

2. Tu corazón puede estar lleno de gozo a pesar de las circunstancias externas

El gozo brota del corazón y no se conecta necesariamente con las circunstancias externas. A veces, has de enfrentarte a dificultades en la vida que no vienen porque estés haciendo algo mal, sino porque estás haciendo algo bien.

Pablo se enfrentó a enormes dificultades pero estaba lleno de alegría porque estaba haciendo algo correcto que marcaba una gran diferencia para el mundo.

Conducía la primera campaña evangelizadora en el mundo gentil hecha intencionadamente, la cual llevó a que el cristianismo no fuera conocido como una secta judía sino como una «religión» del mundo. Dios «por medio de ellos \[…\] había abierto la puerta de la fe a los gentiles» (v.27).

Pablo habla de «todo lo que Dios había hecho por medio de ellos» (v.27), pero exteriormente las circunstancias se alineaban contra él. Parecía no impresionar a nadie (2 Corintios 10:10). Una descripción de la apariencia física de Pablo dada en aquella época (en un documento del siglo Segundo llamado «Los Hechos de Pablo y Tecla») lo describe como «un hombre de baja estatura, cabeza puntiaguda, arqueado de piernas, robusto, de cejas fruncidas, nariz aguileña, lleno de gracia. Unas veces parecía un hombre; otras, tenía el rostro de un ángel».

No solo se veía común y corriente sino que también sufría alguna enfermedad física (Gálatas 4:13). Sumado a esto, su cuerpo tenía que estar machacado y magullado por todas las persecuciones físicas que había sufrido. En aquella ocasión, el gentío lo golpeó hasta dejarlo inconsciente y lo dejaron dándolo por muerto (Hechos 14:19).

A pesar de sus sufrimientos físicos, su corazón estaba lleno de alegría, así como el de aquellos que después siguieron sus pasos. Dios obró por medio de Pablo usándolo en su debilidad. Esto nos anima a creer que Dios también puede obras por medio de nosotros en nuestras debilidades.

El corazón lleno de gozo es una de las variedades de corazones que vemos en este pasaje:

  • Corazones llenos de fe

Pablo siguió el ejemplo del Señor y miró al corazón. Vio «un hombre lisiado de nacimiento, que no podía mover las piernas y nunca había caminado» (v.8). Al mirarlo, Pablo vio su corazón y vio «que tenía fe para ser sanado» (v.9).

A veces Dios nos permite ver dentro de los corazones de las personas, para advertir que tienen la fe necesaria para recibir sanación, ser llenos del Espíritu Santo o recibir algún don. Más adelante leemos cómo Dios abrió «la puerta de la fe a los gentiles» (v.27): La fe es la clave de la salvación.

  • Corazones volubles

Cuando la gente vio que el hombre se había curado, comenzaron a tratar a Pablo y a Bernabé como dioses. A lo que estos replicaron: «Nosotros también somos hombres mortales como ustedes» diciendo que no eran dioses sino que traían las buenas noticias del «Dios viviente» a quien debían volverse (v.15). Pero los corazones de la gente eran volubles. Muy pronto, se dejaron convencer por los oponentes de Pablo y casi al instante pasaron de intentar ofrecer sacrificios de Pablo a apedrearlo (vv.18–19).

  • Corazones llenos de alegría

Esta fue una de las muchas «dificultades» (v.22) por las que Pablo y sus acompañantes tuvieron que pasar. Aun así Pablo puede hablar de cómo Dios les proporciona «alegría de corazón» (v.17). Una vez más está diciendo que lo interior es mucho más importante que lo exterior.

Pablo «fortaleció» y «animó» a los discípulos en Listra, Iconio y Antioquía (vv.21–22). La manera en la que los animó y los fortaleció no fue diciendo que la vida cristiana fuera fácil. Pablo les cuenta que aunque sus pecados estaban superados, las dificultades les aguardaban: «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios» (v.22). Jesús no vino a hacer la vida fácil sino a hacer grande a la gente.

Oración

Señor, muchas gracias por el inspirador ejemplo de aquellos como el apóstol Pablo. Oro para que mi corazón esté lleno de gozo sin importar las apariencias externas o las circunstancias. Que no juzgue las personas o las situaciones por lo que veo por fuera sino que siempre mire el corazón como haces tú.
Antiguo Testamento

1 Reyes 8:22-9:9

Oración de Salomón

22 A continuación, Salomón se puso delante del altar del Señor y, en presencia de toda la asamblea de Israel, extendió las manos hacia el cielo 23 y dijo:

« Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra, pues tú cumples tu pacto de amor con quienes te sirven y te siguen de todo corazón. 24 Has llevado a cabo lo que le dijiste a tu siervo David, mi padre; y este día has cumplido con tu mano lo que con tu boca le prometiste.

25 »Ahora, Señor, Dios de Israel, cumple también la promesa que le hiciste a tu siervo, mi padre David, cuando le dijiste: “Si tus hijos observan una buena conducta y me siguen como tú lo has hecho, nunca te faltará un descendiente que ocupe el trono de Israel en mi presencia.” 26 Dios de Israel, ¡confirma ahora la promesa que le hiciste a mi padre David, tu siervo!

27 »Pero ¿será posible, Dios mío, que tú habites en la tierra? Si los cielos, por altos que sean, no pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido! 28 Sin embargo, Señor mi Dios, atiende a la oración y a la súplica de este siervo tuyo. Oye el clamor y la oración que hoy elevo en tu presencia. 29 ¡Que tus ojos estén abiertos día y noche sobre este templo, el lugar donde decidiste habitar, para que oigas la oración que tu siervo te eleva aquí! 30 Oye la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren en este lugar. Oye desde el cielo, donde habitas; ¡escucha y perdona!

31 »Si alguien peca contra su prójimo y se le exige venir a este templo para jurar ante tu altar, 32 óyelo tú desde el cielo y juzga a tus siervos. Condena al culpable, y haz que reciba su merecido; absuelve al inocente, y vindícalo por su rectitud.

33 »Cuando tu pueblo Israel sea derrotado por el enemigo por haber pecado contra ti, si luego se vuelve a ti para honrar tu nombre, y ora y te suplica en este templo, 34 óyelo tú desde el cielo, y perdona su pecado y hazlo regresar a la tierra que les diste a sus antepasados.

35 »Cuando tu pueblo peque contra ti y tú lo aflijas cerrando el cielo para que no llueva, si luego ellos oran en este lugar y honran tu nombre y se arrepienten de su pecado, 36 óyelos tú desde el cielo y perdona el pecado de tus siervos, de tu pueblo Israel. Guíalos para que sigan el buen camino, y envía la lluvia sobre esta tierra, que es tuya, pues tú se la diste a tu pueblo por herencia.

37 »Cuando en el país haya hambre, peste, sequía, o plagas de langostas o saltamontes en los sembrados, o cuando el enemigo sitie alguna de nuestras ciudades; en fin, cuando venga cualquier calamidad o enfermedad, 38 si luego cada israelita, consciente de su propia culpa, extiende sus manos hacia este templo, y ora y te suplica, 39 óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y perdónalo. Trata a cada uno según su conducta, la cual tú conoces, puesto que sólo tú escudriñas el corazón humano. 40 Así todos tendrán temor de ti mientras vivan en la tierra que les diste a nuestros antepasados.

41 »Trata de igual manera al extranjero que no pertenece a tu pueblo Israel, pero que atraído por tu fama ha venido de lejanas tierras. 42 (En efecto, los pueblos oirán hablar de tu gran nombre y de tus despliegues de fuerza y poder.) Cuando ese extranjero venga y ore en este templo, 43 óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y concédele cualquier petición que te haga. Así todos los pueblos de la tierra conocerán tu nombre y, al igual que tu pueblo Israel, tendrán temor de ti y comprenderán que en este templo que he construido se invoca tu nombre.

44 » Señor, cuando saques a tu pueblo para combatir a sus enemigos, sea donde sea, si el pueblo ora a ti y dirige la mirada hacia la ciudad que has escogido, hacia el templo que he construido en tu honor, 45 oye tú desde el cielo su oración y su súplica, y defiende su causa.

46 »Ya que no hay ser humano que no peque, si tu pueblo peca contra ti, y tú te enojas con ellos y los entregas al enemigo para que se los lleven cautivos a otro país, lejano o cercano, 47 si en el destierro, en el país de los vencedores, se arrepienten y se vuelven a ti, y oran a ti diciendo: “Somos culpables, hemos pecado, hemos hecho lo malo”, 48 y allá en la tierra de sus enemigos que los tomaron cautivos se vuelven a ti de todo corazón y con toda el alma, y oran a ti y dirigen la mirada hacia la tierra que les diste a sus antepasados, hacia la ciudad que has escogido y hacia el templo que he construido en tu honor, 49 oye tú su oración y su súplica desde el cielo, donde habitas, y defiende su causa. 50 Perdona a tu pueblo, que ha pecado contra ti; perdona todas las ofensas que te haya infligido. Haz que sus enemigos le muestren clemencia, 51 pues Israel es tu pueblo y tu heredad; ¡tú lo sacaste de aquel horno de fundición que es Egipto!

52 »¡Dígnate mantener atentos tus oídos a la súplica de este siervo tuyo y de tu pueblo Israel! ¡Escúchalos cada vez que te invoquen! 53 Tú los apartaste de todas las naciones del mundo para que fueran tu heredad. Así lo manifestaste por medio de tu siervo Moisés cuando tú, Señor y Dios, sacaste de Egipto a nuestros antepasados.»

54 Salomón había estado ante el altar del Señor, de rodillas y con las manos extendidas hacia el cielo. Cuando terminó de orar y de hacer esta súplica al Señor, se levantó 55 y, puesto de pie, bendijo en voz alta a toda la asamblea de Israel, diciendo:

56 «¡Bendito sea el Señor, que conforme a sus promesas ha dado descanso a su pueblo Israel! No ha dejado de cumplir ni una sola de las gratas promesas que hizo por medio de su siervo Moisés. 57 Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros antepasados; que nunca nos deje ni nos abandone. 58 Que incline nuestro corazón hacia él, para que sigamos todos sus caminos y cumplamos los mandamientos, decretos y leyes que les dio a nuestros antepasados. 59 Y que día y noche el Señor tenga presente todo lo que le he suplicado, para que defienda la causa de este siervo suyo y la de su pueblo Israel, según la necesidad de cada día. 60 Así todos los pueblos de la tierra sabrán que el Señor es Dios, y que no hay otro. 61 Y ahora, dedíquense por completo al Señor nuestro Dios; vivan según sus decretos y cumplan sus mandamientos, como ya lo hacen.»

Dedicación del templo

62 Entonces el rey, con todo Israel, ofreció sacrificios en presencia del Señor. 63 Como sacrificio de comunión, Salomón ofreció al Señor veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así fue como el rey y todos los israelitas dedicaron el templo del Señor.

64 Aquel mismo día el rey consagró la parte central del atrio, que está frente al templo del Señor, y allí presentó los holocaustos, las ofrendas de cereales y la grasa de los sacrificios de comunión, ya que el altar de bronce que estaba ante el Señor era pequeño y no había espacio para todos estos sacrificios y ofrendas.

65 Y así, en presencia del Señor, Salomón y todo Israel celebraron la fiesta durante siete días, extendiéndola luego siete días más: ¡catorce días de fiesta en total! A la fiesta llegó gente de todas partes, desde Lebó Jamat hasta el río de Egipto, y se formó una gran asamblea. 66 Al final, Salomón despidió al pueblo, y ellos bendijeron al rey y regresaron a sus casas, contentos y llenos de alegría por todo el bien que el Señor había hecho en favor de su siervo David y de su pueblo Israel.

Pacto de Dios con Salomón

9Cuando Salomón terminó de construir el templo del Señor y el palacio real, cumpliendo así todos sus propósitos y deseos, 2 el Señor se le apareció por segunda vez, como lo había hecho en Gabaón, 3 y le dijo:

«He oído la oración y la súplica que me has hecho. Consagro este templo que tú has construido para que yo habite en él por siempre. Mis ojos y mi corazón siempre estarán allí.

4 »En cuanto a ti, si me sigues con integridad y rectitud de corazón, como lo hizo tu padre David, y me obedeces en todo lo que yo te ordene y cumples mis decretos y leyes, 5 yo afirmaré para siempre tu trono en el reino de Israel, como le prometí a tu padre David cuando le dije: “Nunca te faltará un descendiente en el trono de Israel.”

6 »Pero si ustedes o sus hijos dejan de cumplir los mandamientos y decretos que les he dado, y se apartan de mí para servir y adorar a otros dioses, 7 yo arrancaré a Israel de la tierra que le he dado y repudiaré el templo que he consagrado en mi honor. Entonces Israel será el hazmerreír de todos los pueblos. 8 Y aunque ahora este templo es imponente, llegará el día en que todo el que pase frente a él quedará asombrado y, en son de burla, preguntará: “¿Por qué el Señor ha tratado así a este país y a este templo?” 9 Y le responderán: “Porque abandonaron al Señor su Dios, que sacó de Egipto a sus antepasados, los israelitas, y se echaron en los brazos de otros dioses, a los cuales adoraron y sirvieron. Por eso el Señor ha dejado que les sobrevenga tanto desastre.” »

Comentario

3. Tu corazón debe estar completamente entregado al Señor

Al dedicar el templo, Salomón ora al Señor así: «No hay Dios como tú \[…\] tú cumples tu pacto de amor con quienes te sirven y te siguen de todo corazón» (8:23).

El corazón de Dios es para Su pueblo y Él ve y conoce los corazones de todas las personas: «Solo tú escudriñas el corazón humano» (v.39).

La oración de Salomón reconoce el hecho de que fallamos y pecamos. No dice «si» pecan sino «tu pueblo peca \[…\]. Ya que no hay ser humano que no peque» (v.46, ver también Romanos 3:23).

Afortunadamente, aún hay esperanza. Es posible «volverse» de corazón (1 Reyes 8:47). Nuestros corazones pueden volverse a Dios (v.48). Él ora para que Dios «incline nuestro corazón hacia él» (v.58). Dios está lleno de misericordia y perdón (vv.28,30,34,36,39,50), ama sin cesar y mantiene Su palabra (v.23).

Cuanto mejor llegas a conocer a Dios (Su corazón, Su carácter y Su amor por ti), más fácil resulta obedecerlo con todo tu corazón.

Nunca te conformes con el segundo puesto: «Dedíquense por completo al Señor» (v.61). Dios quiere que lo sigas «con integridad y rectitud de corazón» (9:4). La gente resolvió vivir así y se fueron a casa «contentos y llenos de alegría» (8:66). Como los discípulos, sus corazones estaban llenos de alegría.

Oración

Señor, tú ves mi corazón. Que mi corazón esté dedicado completamente a ti. Tú sabes todas las veces que fallo; te pido que me perdones y tengas piedad de mí. Gracias por permitirme volver a ti cada día, gracias porque llenas mi corazón de gozo. Ayúdame a seguirte de todo corazón cada día.

Añadidos de Pippa

Proverbios 15:13

«El corazón alegre se refleja en el rostro».

Una sonrisa transforma un rostro: Es duro sonreír si la vida es dura. Una cosa que siempre me ha impactado cuando hemos visitado poblados en África es la sonrisa de la cara de los niños. A menudo no tienen nada y aun así tienen sonrisas hermosas.

Versículo del día

Proverbios 15:17

'Más vale comer verduras sazonadas con amor que un festín de carne sazonada con odio.'

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Nueva Versión Inernacional (NVI)

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